Un 3,5% de los encuestados asegura haber cogido su vehículo durante el estado de alarma como 'excusa', sin ninguna necesidad real
MADRID, 23 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Real Automóvil Club de España (RACE) ha presentado la tercera oleada del Observatorio de Conductores, centrada en el uso del vehículo durante la crisis del coronavirus y en las previsiones para cuando se levante el estado de alarma.
Entre todas las respuestas destaca que el 20% de los encuestados que iba al trabajo en transporte público cambiará a la modalidad privada cuando todo esto haya acabado, mientras que todos aquellos que ya utilizaban el coche antes de la crisis afirman que lo seguirán haciendo después.
Asimismo, destaca que el 25% de los conductores habituales que se desplazaban andando al trabajo asegura que también usarán su automóvil particular para sus desplazamientos laborales cuando acabe el confinamiento.
Según el informe del RACE, basado en un total de 1.187 entrevistas, el 70% de los participantes afirma haber tenido que conducir durante el confinamiento en algún momento.
Entre ellos, el motivo más recurrente ha sido para hacer la compra (83%), muy por delante de otras casuísticas, como por ejemplo ir a la gasolinera (53%), trabajar o ir a la farmacia (39% ambas), o ir a casa de familiares mayores o dependientes (22%). Y un 9% indica haber utilizado el coche para actividades en las que, antes del confinamiento, usaba otra forma de desplazamiento.
Del mismo modo, resalta que un 6% que asegura haber usado su vehículo para otros motivos no descritos específicamente en el Real Decreto del Estado de Alarma y un 3,5% de los conductores confirma haber cogido su vehículo como 'excusa', sin ninguna necesidad real.
La encuesta también revela que el 3,5% de los que han utilizado el coche durante el confinamiento ha sufrido alguna incidencia durante sus desplazamientos. De ellos, el 48,4% han necesitado la ayuda de asistencia en carretera.
Igualmente, según la encuesta el 55,5% de los conductores ha tenido que cancelar un viaje por carretera. Entre ellos, más de la mitad han sido desplazamientos de fin de semana, pero también vacaciones largas (32%), viajes de trabajo (17,5%) y reuniones y acontecimientos familiares (bodas o bautizos, por ejemplo, con un 14,5%).
En esta situación, solo un tercio se ha planteado qué va a hacer durante las vacaciones de verano, destacando así las opciones de pasarlo en su segunda residencia (34,4%) y aquellos que, pese a no haberlo reservado aún, pasarán el periodo estival en algún lugar de España.