MADRID, 28 Feb. (EUROPA PRESS) -
El 65% de los españoles optaría por un coche electrificado si tuviera que adquirir un coche nuevo y, en concreto, el 33% se decantaría por un híbrido, el 19% por un híbrido enchufable y el 13% por un modelo totalmente eléctrico, mientras que un 31% de los usuarios escogería un modelo de gasolina o diésel, según el 'Global Automotive Consumer Study' elaborado por Deloitte.
Entre los principales motivos para decidirse por un modelo electrificado se encuentran el ahorro en combustible, la preocupación por el cambio climático, los incentivos gubernamentales de ayuda a la compra, la mejor experiencia de conducción y un menor mantenimiento, detalla el informe, elaborado con arreglo a encuestas realizadas a 1.000 personas en edad de conducir. La muestra española forma parte de un estudio global realizado por la firma a más de 26.000 usuarios en 24 países.
En España los usuarios también destacan el tiempo de carga, el elevado precio, la falta de infraestructuras públicas de recarga y la autonomía como los principales obstáculos que impiden una mayor penetración del coche totalmente eléctrico en el país.
En cuanto al lugar en el que recargar el coche eléctrico, el 53% de los encuestados optaría por estaciones de recarga situadas en lugares públicos, mientras que el 21% lo haría en su lugar de trabajo y únicamente un 19% en su casa.
"Las principales razones para no realizar la carga en su vivienda son la imposibilidad de instalar un cargador y la falta de conocimientos para su instalación", subraya el documento.
En esa línea, el 35% de los consumidores está dispuesto a esperar entre 10 y 20 minutos para cargar un 80% de la batería, mientras que seis de cada diez consideran que un coche eléctrico debería tener como mínimo una autonomía de 400 kilómetros para plantearse su adquisición.
El estudio también concluye que el 47% de los encuestados reconsiderarían la compra de un vehículo eléctrico si estuviera disponible una alternativa de combustible ambientalmente sostenible para los motores tradicionales.
"Para mantener el ritmo del resto de países de nuestro entorno, España debe potenciar sensiblemente el despliegue de la infraestructura de recarga para prepararse ante este escenario de aceleración en la compra de vehículos electrificados. Asimismo, es fundamental impulsar una estrecha colaboración público-privada y el desarrollo de alianzas con otras industrias, como por ejemplo con el sector energético", ha destacado el socio responsable del sector de Automoción y de Fabricación de Deloitte, Jordi Llidó.