MADRID, 7 May. (EUROPA PRESS) -
Los autobuses de Alsa renuevan el aire del interior de sus vehículos cada dos o tres minutos a los sumo, lo que implica una media de 20 renovaciones por hora, cuatro veces más de lo exigido por ley, según lo pone de manifiesto un informe elaborado por la entidad de salud y prevención Cualtis.
El documento señala que la tasa de renovación de aire en autobuses de Alsa es muy superior a la que se produce en oficinas, restaurantes o supermercados e incluso el valor de referencia de la Universidad de Harvard y el IDEA-CSIC, que establece en cinco renovaciones por hora como nivel de ventilación aceptable para minimizar el riesgo de contagio en espacios cerrados, como aulas escolares.
Además, la compañía ha sustituido en todos los autobuses de largo recorrido los filtros convencionales del sistema de climatización por nuevos filtros de carbón bioactivo, por los que se filtra permanentemente el aire durante el viaje y se elimina el 99% de las partículas.
A esto se añade la instalación adicional de un equipo de purificación de aire ECO3 que, a través de la ozonización e ionización, producen una reducción del 99,6% de la carga vírica, según acreditan los análisis realizados por el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA).
El aire que entra por la parte superior del vehículo desde el exterior, y que es renovado y filtrado de forma permanente durante el trayecto, llega al viajero de forma individualizada desde la parte superior de la cabina, canalizándose de forma vertical hacia cada asiento. Gracias a este sistema de circulación individualizada se evita que el aire que recibe cada viajero se comparta con las personas de al lado.
La actuación combinada de todos estos sistemas garantiza que la calidad del aire en el interior de los autobuses es óptima, y los viajeros tienen un elevado nivel de protección frente al contagio.
Esto, unido al resto de medidas y protocolos implantados por Alsa dentro de su plan de Movilidad Segura, como son la limpieza y desinfección reforzada de vehículos y superficies, la instalación de mamparas y de dispensadores de gel hidroalcohólico, entre otras, junto la responsabilidad de los viajeros haciendo uso de la mascarilla durante el viaje, reduce las posibilidades de contagio durante el viaje.