MADRID 24 Jun. (EUROPA PRESS) - Canadá ha anunciado este lunes que abrirá un período de consulta pública de 30 días como primera medida antes de imponer aranceles a las importaciones de vehículos eléctricos de batería (BEV) fabricados en China.
Así, el Gobierno del primer ministro, Justin Trudeau, busca imponer medidas contra las importaciones de vehículos eléctricos fabricados en China, mientras intenta alinearse con la Administración del presidente estadounidense, Joe Biden, en materia de comercio.
La ministra de Finanzas, Chrystia Freeland, anunció el inicio de un período de consulta pública de 30 días, la primera etapa antes de que Canadá pueda imponer aranceles a los vehículos eléctricos chinos. Este plan del Gobierno canadiense para aumentar los aranceles fue conocido por primera vez la semana pasada tras una información de 'Bloomberg'.
Canadá ha estado bajo presión para coordinar con los aliados del 'grupo de los siete' (G7) la política comercial de China. El mes pasado, la Casa Blanca reveló planes para casi cuadruplicar los aranceles estadounidenses sobre los vehículos eléctricos fabricados en China, hasta una tasa final del 102,5%, mientras que la Unión Europea también planea aumentar los aranceles, elevando esos gravámenes hasta el 48% en algunos vehículos.
La industria del automóvil canadiense ha estado presionando al Gobierno para que aumente los aranceles con el fin de proteger los empleos y salarios nacionales, argumentando que los vehículos eléctricos de China son más baratos debido a estándares laborales mucho más débiles.
Ante la próxima revisión conjunta del acuerdo de libre comercio de Canadá con Estados Unidos y México en 2026, grupos empresariales han instado al Gobierno de Trudeau a garantizar que Canadá no sea vista como una puerta lateral para productos chinos baratos hacia América del Norte.
Aun así, Trudeau ha actuado con cautela hacia el aumento de los aranceles a China, ya que el gigante asiático es el segundo socio comercial de Canadá, sólo por detrás de Estados Unidos.
Algunos ambientalistas también se oponen a la medida, preocupados de que los aranceles más altos sobre los vehículos eléctricos sólo aumenten los precios y obstaculicen la adopción de tecnologías más limpias por parte de los consumidores.
Aunque el valor de los vehículos eléctricos chinos importados por Canadá ha aumentado recientemente, hasta ahora ha habido poca actividad que involucre a los fabricantes de vehículos nacionales chinos.
La gran mayoría de las importaciones de vehículos eléctricos de Canadá desde China son vehículos de Tesla producidos en su fábrica de Shanghai.