MADRID 20 May. (EUROPA PRESS) -
Los proveedores de automóviles europeos consideran que la incertidumbre que se cierne sobre el sector "no tiene precedentes" y esto impactará en la evolución de los beneficios trimestrales de las firmas por la pérdida de competitividad y la competencia de China, según el aviso que ha lanzado la Asociación Europea de Proveedores de Automóviles (CLEPA, por sus siglas en inglés) en su último informe elaborado junto a McKinsey.
De hecho, el conjunto de proveedores asume que, a pesar de que hay recorrido por delante para hacer crecer el negocio, las perspectivas todavía son modestas para la evolución en uno de los mayores mercados para el sector por número de consumidores, el chino.
Apenas tres de cada diez proveedores de vehículos esperan que China suponga una "parte sustancial" del futuro de su negocio, a pesar de la amenaza que suponen las marcas del gigante asiático para las tradicionales europeas.
Mientras tanto, entre los grandes desafíos a los que se enfrentan en estos momentos las empresas, el informe considera que todavía está pendiente el reto de optimizar la inversión --incluso en investigación y desarrollo--, al tiempo que tratan de acelerar los ciclos de desarrollo de los productos.
La industria europea de suministro de automóviles se enfrenta a la volatilidad y la incertidumbre tanto de sus clientes como de sus proveedores. Sin embargo, el conjunto de las empresas todavía mantienen un "optimismo cauteloso".
"La gran incertidumbre sobre el futuro desarrollo del mercado y la transición a los vehículos eléctricos son preocupaciones clave", ha comentado el responsable del estudio de McKinsey en EMEA, Lukas Michor.
LA CRISIS DE COMPETITIVIDAD EUROPEA
La asociación también destaca desafíos estratégicos para el sector, incluida la disminución de la competitividad de la UE debido a los altos costes de producción (54%) y el desarrollo tecnológico de otras regiones como China (39%).
"El deterioro de la confianza en comparación con hace seis meses pone de relieve la necesidad de mejorar la competitividad de la UE", ha valorado el secretario general de CLEPA, Benjamin Krieger.
EL PROBLEMA DE LA RENTABILIDAD
Los altos niveles de incertidumbre en torno a los nuevos proyectos y la demanda de vehículos eléctricos en Europa, junto a la presión de los fabricantes de vehículos para reducir costes y las preocupaciones sobre la competitividad de la Unión Europea (UE), están contribuyendo al deterioro del sentimiento empresarial en el sector.
Así mismo, el 25% de los proveedores prevén operar con niveles de rentabilidad marginales o negativos, mientras que sólo el 37% espera una rentabilidad superior al 5%.
De esta manera, el 47% de los proveedores espera un aumento de los ingresos de cara a finales de ejercicio aunque el 31% espera una disminución.