Publicado 21/09/2021 14:07

La colaboración Mazda-Bose comenzó hace 30 años, con el Mazda RX-7 de tercera generación

La colaboración Mazda-Bose ha supuesto la incorporación de los sistemas de sonido Bose a numerosos modelos de la marca automovilística
La colaboración Mazda-Bose ha supuesto la incorporación de los sistemas de sonido Bose a numerosos modelos de la marca automovilística - MAZDA


MADRID, 21 Sep. (EUROPA PRESS) -

Mazda y Bose iniciaron su colaboración tecnológica con el modelo Mazda RX-7 de 3 generación en el año 1991. Esta colaboración ha supuesto la incorporación de los sistemas de sonido Bose a numerosos modelos de la marca automovilística.

"Cuando el placer de conducir se combina con un equipo de sonido de alta calidad, el resultado es una experiencia extraordinaria, en la que los ocupantes de un vehículo disfrutan de toda la riqueza sonora y la fuerza emocional de la música en vivo", según un comunicado de Mazda.

Para el primer modelo, el Mazda RX-7, se fijaron en el sistema Acoustic Wave Cannon de Bose que, para reproducir los bajos, empleaba un tubo de 3,6 metros de largo con un potente altavoz de graves en su interior. Los ingenieros de Bose y Mazda idearon un sistema de giros y pliegues que les permitió acomodar aquel tubo en la trasera del coche sin perder espacio ni calidad sonora.

Posteriormente, para el Mazda MX-5, las compañías dieron con una solución innovadora, consistente en un control automático de ecualización que se encarga de adaptar el volumen según la posición de la capota. Este control se combina con unos altavoces UltraNearfield integrados en los reposacabezas de los asientos, que hacen posible una experiencia envolvente incluso con la capota bajada.

Por último, en casi todos los modelos a partir del Mazda3 de 2019, los altavoces de graves ya no se sitúan en los paneles de las puertas sino en las esquinas de la rejilla del parabrisas.

Esta nueva ubicación presenta dos ventajas: por un lado, libera espacio y permite que los bolsillos de las puertas sean más amplios; pero, sobre todo, redondea la experiencia sonora, porque la energía de los tonos bajos se refleja simultáneamente en el suelo y el mamparo. Los graves se complementan con un 'subwoofer' adicional en la parte trasera, que "ecualiza" las bajas frecuencias en todo el habitáculo.

Esta nueva configuración, llamada BassMatch, se aprecia más en el modelo Mazda MX-30 ya que es 100% eléctrico y no hay sonido del motor.

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