VALENCIA, 24 Oct. (EUROPA PRESS) -
La dirección de Ford ha mantenido este miércoles una reunión con el comité de empresa de Almussafes (Valencia) para comunicar a los sindicatos de manera oficial la decisión del grupo automovilístico de cerrar su planta belga de Genk y trasladar la producción de estas instalaciones a la factoría valenciana, según han confirmado a Europa Press fuentes sindicales.
Según estas fuentes, la dirección les ha comunicado esta decisión de Ford Europa que supone un "primer paso" del plan de reestructuración de la compañía, aunque no les han proporcionado ningún detalle de fechas de cierre de la planta belga y sobre cuándo asumiría Almussafes esa producción.
Desde la representación sindical de UGT y CCOO en la planta han rechazado realizar ninguna valoración de la decisión de cerrar la factoría belga, que emplea a 4.000 trabajadores, hasta que la dirección de la compañía no ofrezca los detalles. En este sentido, se han remitido a una próxima reunión del comité de empresa europeo, en el que se tratará de las consecuencias de la medida.
En este sentido, desde UGT han apuntado el "sabor agridulce" que produce la decisión mientras que CCOO han considerado que ésta no es "una buena noticia para Ford Europa y la marca" y han expresado su "máxima solidaridad" con los trabajadores de la factoría belga.
Previamente, Ford había comunicado la decisión de cerrar la planta de Genk y de trasladar su producción a Valencia a los sindicatos de la fábrica belga, según Luc Prenen, representante de los trabajadores de la fábrica de Bélgica.
Prenen ha avanzado que la intención de la compañía es trasladar la producción de los modelos Mondeo, S-MAX y Galaxy a la factoría de Almussafes, según informa la agencia Reuters.
El responsable sindical, perteneciente al sindicato ACV, realizó estas declaraciones tras mantener una reunión con la dirección de la fábrica de Genk en la que se les trasladó la decisión de poner fin a las operaciones en estas instalaciones.
"La dirección ha decidido cerrar la planta de ensamblaje y las actividades de prensado en Genk al final del actual ciclo de producto, que terminará en 2014", expuso el sindicalista, quien habló a los trabajadores a través de un megáfono.
Según sus datos, la decisión de poner fin a estas operaciones supondrá el cierre de las instalaciones y la pérdida de 4.300 puestos de trabajo.