GIRONA, 4 Sep. (EUROPA PRESS) -
La firma automovilística japonesa Mazda ha entrado a competir en el segmento de los todocaminos compactos con el nuevo CX-30, segundo modelo de la nueva era de la compañía y que cubrirá el espacio existente entre el CX-5 y el CX-3.
El CX-30, con 4,39 metros de largo, 1,79 metros de ancho y 1,53 metros de alto, y una distancia entre ejes de 2,65 metros, se oferta, desde este mes de septiembre, con los motores Skyactiv en versiones diésel y gasolina de 116 y 122 caballos de potencia, respectivamente.
Por su parte, en octubre llegará la versión con propulsor Skyactiv-X, que dispone de un sistema de encendido por compresión controlado por chispa y que también incorpora el sistema M Hybrid, al igual que el de gasolina, lo que le otorga la etiqueta ECO de la Dirección General de Tráfico (DGT). Desarrolla una potencia de 180 caballos.
Mazda prevé que el 50% de las ventas corresponda a la versión con motor Skyactiv-X, mientras que un 45% pertenecerá a la variante de gasolina y el 5% restante, a la de diésel. Todas las mecánicas podrán asociarse a una caja manual o automática de seis velocidades.
En España, el nuevo modelo de la firma nipona estará disponible en tres acabados: Origin, Evolution y Zenith. La unidad de acceso a la gama, el CX-30 Origin Skyactiv-G (gasolina), equipa de serie 'head up display', detector de fatiga, pantalla central de ocho pulgadas, llantas de aleación de 16 pulgadas, Apple CarPlay y Android Auto, control de crucero adaptativo de radar, reconocimiento de señales y sistema de aviso de prevención de cambio de carril involuntario, entre otros elementos.
El nivel de equipamiento Evolution añade acceso inteligente sin llave, apertura eléctrica de maletero, sensor de parking delantero, cámara de visión trasera, retrovisores con antideslumbramiento automático, lunas traseras sobre tintadas y llantas de aleación de 18 pulgadas, mientras que la versión tope de gama, la Zenith, que se espera que acumule un 70% de las ventas, incluye también faros Smart Full LED adaptativos, firma lumínica LED, levas en el volante, sistema de sonido BOSE con 12 altavoces, elementos decorativos y retrovisor interior sin marco.
Además, el CX-30 utiliza la Skyactiv-Vehicle Architecture y dispone también de tecnologías inteligentes, entre las que se encuentra un sistema de tracción integral i-Activ AWD que se coordina con G-Vectoring Control Plus (GVC Plus) para controlar la distribución de par entre las ruedas delanteras y traseras.
En el apartado de seguridad pasiva, el vehículo ha sido dotado con una carrocería ligera de alta rigidez, medidas de protección frente a colisiones frontales, impactos laterales y alances traseros, sistema de airbags SRS, asientos delanteros para evitar traumatismos cervicales y cinturones de seguridad (asientos delanteros y plazas exteriores) con pretensores y limitadores de carga.
Asimismo, el nuevo todocamino compacto de la marca japonesa ha adoptado la última versión del sistema Mazda Connect, que ha incrementado su capacidad de proceso y se ha optimizado el software hasta el punto de reducir a la mitad el tiempo de arranque de la pantalla del sistema de infoentretenimiento.
Mazda prevé comercializar unas 9.000 unidades del modelo en el primer año completo de venta. La versión de acceso tiene un precio de 27.575 euros (24.075 euros con descuentos de campaña de lanzamiento y financiación). El cliente también podrá disfrutar del nuevo CX-30 mediante un contrato de renting, desde 300 euros al mes y con una entrada de 5.500 euros (a tres años y 15.000 kilómetros), o una flexiopción, con una cuota desde 175 euros al mes y una entrada de 6.673 euros (a tres años y 20.000 kilómetros).
Según datos de Eurotax (a agosto de 2019), el Mazda CX-30 mantiene un valor residual del 60%, frente al 59% del Audi Q3 y del Toyota CH-R y al 57% del BMW X1. Todos ellos a tres años y 60.000 kilómetros.