MADRID, 10 Nov. (EUROPA PRESS) -
La firma automovilística Mazda contabilizó unas ganancias netas atribuidas de 23.900 millones de yenes (unos 182,4 millones de euros al cambio actual) durante su primer semestre fiscal (abril-septiembre), en comparación con las pérdidas de 93.028 millones de yenes (unos 747 millones de euros) que registró en el mismo periodo de 2020.
De la misma forma, en los primeros seis meses de su año fiscal, la marca japonesa ha facturado un 34% más que en el mismo periodo de 2020, hasta 1,495 billones de yenes (unos 11,4 billones de euros).
Así, la compañía ha registrado unas ventas globales de 660.000 unidades y un aumento interanual del 14% entre abril y septiembre. En Europa, las ventas de los primeros seis meses aumentaron un 30% interanual hasta las 106.000 unidades, lo que aumentó su cuota en un 0,2% interanual hasta el 1,3%.
Como respuesta a la crisis de los 'chips', Mazda se centró en el control del inventario y en operaciones "eficientes y ajustadas". La oferta se priorizó en Estados Unidos y Australia, las dos regiones que registraron el mayor aumento interanual, del 40% ambas, en este período de seis meses. En Estados Unidos, las ventas del primer semestre fueron de 190.000 unidades, las más altas desde 1995, y Australia registró 56.000 ventas.
En el mercado local, en Japón, las ventas del primer semestre totalizaron 60.000 unidades, cayendo un 19%, y en China, se vendieron 89.000 vehículos durante el período de abril a septiembre, un 24% menos.
De esta manera, Mazda contabilizó un beneficio operativo de 39.700 millones de yenes (303 millones de euros) en comparación con las pérdidas operativas de 52.863 millones de yenes (425 millones de euros) del primer semestre del ejercicio precedente.
De cara a cierre de su año fiscal, que termina en marzo de 2021, Mazda prevé reducir sus ventas en 98.000 unidades hasta 1.311.000 unidades, un 2% interanual.
Sin embargo, debido al impacto favorable en los costes fijos y variables, la compañía espera obtener a cierre de ejercicio un beneficio neto de 41.000 millones de yenes (unos 313 millones de euros), un beneficio operativo de 65.000 millones de yenes (unos 496,2 millones de euros) y una facturación del 3,2 billones de yenes (unos 24,4 billones de euros).
Mazda afirma que continuará monitoreando las tendencias de la demanda en cada mercado donde opera y el futuro desarrollo de los problemas que afectan el sector, es decir, la escasez de semiconductores, los aumentos en los precios de las materias primas y la Covid-19.