Publicado 06/09/2024 16:41

Northvolt vende un terreno destinado a la expansión de fábricas de baterías ante la caída de pedidos

Archivo - Fábrica de Northvolt en Suecia
Archivo - Fábrica de Northvolt en Suecia - NORTHVOLT - Archivo

La intención era alcanzar una producción anual potencial de más de 100 gigavatios/hora

MADRID, 6 Sep. (EUROPA PRESS) -

El fabricante sueco de baterías para vehículos eléctricos Northvolt ha informado este viernes de la venta de un terreno industrial destinado, en un primer momento, a apoyar la expansión de sus plantas y la producción de celdas.

En 2022 Nothvolt acordó hacerse con una antigua fábrica de papel en Borlange (Suecia) cuya función final sería convertirse en una planta de baterías en la que alcanzar una producción anual potencial de más de 100 gigavatios/hora en material catódico y emplear hasta 1.000 personas.

El objetivo de esta nuevo emplazamiento era dar cabida a un aumento proyectado de los pedidos de Northvolt por valor de 50.000 millones de dólares (45.096 millones de euros) y se esperaba que las operaciones arrancaran en el último trimestre de 2024.

Sin embargo, el Gobierno municipal de Borlange ha anunciado este viernes que pagará cerca de 500 millones de coronas suecas (43,8 millones de euros) por el terreno del que se venderá un tercio a otra empresa independiente que prepara la instalación de varios centros de datos en la localidad.

MARCHA ATRÁS EN SUS PLANES

Este anuncio de Nothvolt llega después de que en julio la compañía escandinava diera a conocer una revisión estratégica de su plan de negocio según la cual advirtió de la suspensión de la construcción de las nuevas fábricas en Alemania, Canadá y Suecia después de triplicar sus pérdidas hasta superar los 1.000 millones de dólares (unos 936 millones de euros) en el último año.

La compañía se está enfrentando a varios problemas relacionados con las operativas diarias del negocio, sobre todo, debido a la pérdida de grandes clientes como BMW o Scania de Volkswagen que se han quejado en numerosas ocasiones de los retrasos en la recepción de productos y en problemas de calidad de las baterías.

Además, la sueca tiene de frente una caída de la demanda y la llegada a Europa de la competencia automovilística procedente de China donde fabricantes como BYD, entre otros, están desarrollando sus propias baterías de litio-hierro-fosfato.