Fundación Racc alerta de que el envejecimiento del parque frena las innovaciones
BARCELONA, 13 Nov. (EUROPA PRESS) -
El senior product manager de Cellnex Raül González ha defendido este miércoles afrontar coordinadamente los retos que plantean los vehículos conectados entre los diferentes actores implicados, y ha advertido de que la llegada de una conducción compartida generalizada es un escenario que depende de las políticas e inversiones que se destinan a ella.
Lo ha dicho este miércoles durante el II Foro del Vehículo Autónomo, organizado por la comisión de Movilidad y el grupo de trabajo de Automoción de Enginyers Industrials de Catalunya, y que ha reunido a varios representantes del sector bajo el título 'La conectividad'.
Ha augurado que la transición hacia una movilidad autónoma durará hasta 2025, para luego dar lugar a una fase de información compartida, la número cuatro, que obligará a tener un despliegue de las tecnologías en los vehículos y el entorno, en un periodo que calcula de 10 años.
Y ha añadido que finalmente llegará el nivel cinco, el de automatización: exigirá que la conectividad esté presente y que los vehículos colaboren entre ellos y tomen decisiones de forma inteligente, y "será necesario que estén acompañados de una infraestructura".
Para González, los principales retos para el futuro del coche conectado son la hibridación de las diferentes tecnologías; la capacidad de computación del vehículo para ayudar en la conducción autónoma en función de lo que suceda en un momento concreto; el coste del despliegue de la red; la inteligencia detrás de los sistemas, y la seguridad y fiabilidad de los datos.
El director de la Fundación Racc, Lluís Puerto, ha alertado de que el envejecimiento del parque público de automóviles --superior a 12 años en España-- juega en contra de la llegada de nuevas tecnologías y, por tanto, de la generalización del vehículo autónomo: "Con un parque envejecido las innovaciones tardarán más".
Además, ha advertido de que una tecnología tarda 10 años en llegar al 100% del parque cuando es obligatoria.
Ha sostenido que el vehículo conectado llegará para hacer la conducción más segura y para dotar al conductor de una conexión con servicios a su alrededor que le ayudarán a la hora de aparcar y repostar, y también permitirá saber el estado del vehículo, gestionar el tráfico y detectar con inmediatez cualquier problema, desde anomalías en la carretera hasta fenómenos meteorológicos.
ESTÁNDARES E INVERSIONES
Para Puerto, este es uno de los principales retos para tener un despliegue generalizado de la conducción conectada y autónoma, y ha añadido que los estándares también juegan un papel fundamental.
"Son necesarios para poder invertir y desplegar sistemas de diferentes marcas y proveedores, pero deben cumplir con unas normas y pueden convertirse en un corsé que impida la innovación. Es un aspecto relevante a la hora de superar los retos", ha afirmado.
Ha situado las inversiones como otro gran reto y ha defendido que las vías de alta capacidad deben ser una prioridad: "En un momento de incertidumbre sobre quién tiene que hacer inversiones, si el sector público o el privado, se frena el despliegue de tecnologías maduras".
DE LA COMPETICIÓN A LA COOPETICIÓN
Además, ha dicho que será muy relevante todo lo relacionado con los datos, su protección, quién es el propietario, su portabilidad y la apertura de datos entre operadores, y ha advertido de que sin datos abiertos "es muy difícil" contar con muchas ventajas tecnológicas.
Finalmente, Puerto ha considerado "fundamental" pasar de una cultura de la competición a la 'coopetición' --en alusión a la convergencia entre las palabras 'competición' y 'cooperación'-- para poder avanzar hacia una movilidad totalmente conectada.
FERNANDO MORENO (AVL): "DESILUSIÓN"
El powertrain engineering manager de AVL Ibérica, Fernando Moreno, que ha impartido una ponencia sobre estrategias y modelos de negocio del coche autónomo y conectado, ha avisado de que los sistemas de conducción autónoma están entrando en una fase de "desilusión".
"Dentro de la industria realmente notamos que hemos entrado en esa fase. Básicamente la industria es, a día de hoy, mucho más realista en cuanto a las dificultades para la comercialización de este tipo de sistemas y es mucho más prudente de cara a los plazos de introducción en el mercado", ha añadido.