La producción comenzará en enero de 2025 en la planta de Maubeuge
PARIS, 14 Oct. (EUROPA PRESS) -
Renault revive la leyenda del R4 con un nuevo motor eléctrico de 150 caballos y par máximo de 245 nanómetros -o una versión de 120 caballos y y 225 Nm--, hasta 400 kilómetros de autonomía y una figura completamente remodelada, aunque evocando a aquel vehículo que nació en 1961 y del que se vendieron más de 8 millones de unidades durante las tres décadas posteriores.
"Nuestro objetivo es hacer de este coche el vehículo de la familia en Europa", aseguran fuentes de la empresa a Europa Press durante el evento de presentación -en las jornadas previas al Salón del Automóvil de París-- en una fábrica colindante con la periferia de la capital francesa.
Derivado directamente del sistema de propulsión del Megane E-Tech eléctrico y del Scenic E-Tech eléctrico, el motor de 110 kW (150 CV / 245 Nm) del Renault 4 E-Tech eléctrico es el mismo que el ya disponible en Renault 5 E-Tech eléctrico.
De esta manera, el R4 consigue acelerar de cero a cien kilómetros por hora en 8,5 segundos y pasar de 80 a 120 kilómetros por hora en menos de 7 segundos con una velocidad limitada a 150 km/h.
El sistema de baterías contará con dos versiones: una de 52 kilovatios hora -la más potente-- y 4 módulos y otra con 40 kilovatios y 3 módulos que generarán el movimiento y harán rodar las cuatro ruedas de 18 pulgadas de este coche.
Asimismo, todas las versiones del vehículo reciben un cargador bidireccional AC de 11 kilovatios, y en la configuración 110 kW/52 kWh, también cuenta con un cargador DC de 100 kW para conectarse a los puntos de carga rápida, especialmente en las autopistas.
Este sistema permite el usuario beneficiarse de las funciones V2L (vehicle-to-load) para conectar un dispositivo de 220 voltios a la batería del coche y V2G (vehicle-to-grid) para reinyectar electricidad a la red y ahorrar hasta un 50% en la recarga en casa.
Como gran novedad, este coche es el primero de la marca Renault que recibe la función "one pedal", disponible a partir del acabado Techno. Este sistema maximiza el frenado regenerativo cuando se levanta el pie del acelerador hasta que el vehículo se detiene por completo sin que el conductor tenga que pisar el freno.
A nivel global, una cuarta parte de los materiales del vehículo proceden de la economía circular, entre ellos, metal, plástico, vidrio y 41 kg de polímeros son reciclados. Por poner un ejemplo, en el interior, el tejido de los asientos de los niveles de equipamiento Techno e Iconic -versiones configurables más allá de la Evolution de entrada-- del R4 está reciclado hasta en un cien por cien a partir de botellas de plástico.
De los 420 litros disponibles en el maletero, 35 se encuentran en forma de almacenamiento bajo el suelo.
UN COCHE PARA EL "DÍA A DÍA"
El R4 es un coche de 4,14 metros listo para "usar en el día a día" con un volumen "optimizado", pero con la forma de un vehículo compacto. A medio camino entre el Megane E-Tech y el R5, Renault concibe este coche de 1.200 piezas como el boche con el que cerrarán la renovación de la gama del grupo a golpe de electrificar los modelos, a la espera de la llegada en 2026 del nuevo Twingo.
Desarrollado en la plataforma Ampere Small -de donde durante décadas salió en serie el Clio a las carreteras-- Renault producirá desde enero de 2025 el R4 en la fábrica de Maubeuge, al noreste de Francia y las primeras entregas, según fuentes del sector confirman a Europa Press, podrían llegar a lo largo de la primavera del año que viene.
Toda la producción, asegura Renault, se realiza a "menos de 300 kilómetros de la Electriccity" y es que más allá del ensamblaje del vehículo en Maubeuge, el motor se produce en la planta de Ampere en Cléon y la bandeja de baterías en la fábrica de Ruitz. Al tiempo, las propias baterías se producirán en la gigafactoría de Douai gracias a la colaboración con AESC, a partir de marzo de 2025.
Tras más de 3 años de rediseño, el R4 nace eléctrico y vivirá eléctrico, o esa es al menos la concepción que tienen dentro del fabricante galo donde no se plantean, bajo ninguna circunstancia, transformar el modelo en un vehículo de combustión.