Miles de operarios se manifiestan en defensa de sus condiciones laborales en una jornada de huelga apoyada por el 95% de la plantilla
VITORIA, 22 Jun. (EUROPA PRESS) -
Los sindicatos de la planta de Mercedes-Benz en Vitoria-Gasteiz han protagonizado este miércoles una jornada de movilizaciones "sin precedentes" en los últimos veinte años, con una manifestación en la que han participado varios miles de trabajadores y con una huelga respaldada por el 95% de la plantilla que ha parado la producción de la factoría, según las estimaciones de los sindicatos.
Las protestas, que seguirán desarrollándose a lo largo de toda la jornada y en las próximas semanas, se enmarcan en el conflicto que mantiene la dirección de la empresa y los representantes sindicales por la negociación del nuevo convenio, de cuyo resultado podría depender que se confirme finalmente la inversión de 1.200 millones de euros que proyecta la multinacional para la factoría vitoriana.
Aunque la huelga y la manifestación de este miércoles cuenta con el respaldo de todos los integrantes del comité de empresa, la posición de los sindicatos está dividida entre CCOO y UGT --dispuestos a aceptar un cierto incremento de la flexibilidad en las condiciones de la plantilla--; y ELA, LAB y ESK, que rechazan cualquier "cesión" en materia de flexibilidad y rebajas salariales.
De esa forma, la manifestación que esta mañana ha recorrido el exterior de la fábrica de Mercedes Benz ha contado con pancartas diferenciadas e incluso se ha producido alguna discusión respecto a las posiciones que habían de ocupar unos y otros sindicatos en la marcha. En todo caso, la manifestación --rodeada de un amplio dispositivo de la Ertzaintza-- se ha desarrollado sin incidentes.
Además de esta marcha, en la jornada de este miércoles se celebra una huelga que, según las cifras aportadas por los sindicatos, ha tenido un seguimiento del 95% en los talleres de la planta, lo que ha obligado a parar la producción.
En declaraciones a los medios de comunicación antes del inicio de la manifestación, el presidente del comité de empresa, Igor Guevara (ELA), ha denunciado que la negociación del nuevo convenio se prolonga ya "más de un año y medio", dado que hasta ahora "la empresa se ha tomado a broma" este proceso.
"Hasta que no ha hecho la dirección un planteamiento de la inversión, no ha empezado realmente la negociación", ha manifestado Guevara, quien ha denunciado que uno de los aspectos "más crueles" de lo que plantea la empresa es "el aumento de la flexibilidad". "Nos quieren meter un sexto turno de noche que está claro que la plantilla no quiere", ha advertido.
Guevara ha destacado que, aunque hay otros aspectos "importantes" en la negociación, ELA, LAB y ESK centran sus demandas de este miércoles en la denuncia de ese incremento de la flexibilidad laboral que pretende establecer la dirección.
En todo caso, ha lamentado que la empresa también esté planteando "la congelación salarial de todos los pluses durante toda la vigencia del convenio". "Dan unas pagas, pero no son consolidables; lo que hace que, al final de este convenio, de media los trabajadores perdamos unos 6.000 euros", ha explicado.
El presidente del comité ha lamentado que la empresa se haya estado dedicando hasta ahora a "utilizar a los políticos para ir en contra" de la postura que mantiene los trabajadores "en defensa" de sus condiciones laborales.
Además, ha criticado que a través del escrito remitido este pasado martes a la plantilla, la dirección acuse a los sindicatos de fomentar el "conflicto". "Hablan de que no quieren conflicto, pero el conflicto lo trae la propia empresa cuando pretende aumentar la flexibilidad, incidir en nuestra conciliación laboral, bajarnos los salarios y aumentar la flexibilidad", ha manifestado.
Guevara ha subrayado que las movilizaciones de la plantilla no han de interpretarse como una actitud de "conflictividad", sino que de lo que se trata es de demostrar a la dirección que los trabajadores "están hasta las narices de la flexibilidad; de que hasta el jueves no sepan si trabajan el sábado; de que hay un calendario que es papel mojado en el momento que lo publican, y de que al final no sabemos realmente cuando tenemos que trabajar".
"PRESIÓN" A LOS TRABAJADORES
El máximo representante del comité ha lamentado la presión" que se ejerce desde ciertos sectores institucionales para que la plantilla acepte las propuestas de la empresa con el fin de allanar el camino a las inversiones en la planta vitoriana.
"A la clase política y a la ciudadanía les diría que se pongan en nuestro lugar. No nos están diciendo: 'venimos a invertir', y todos los aplaudimos; sino que nos están diciendo: 'venimos a invertir y queremos cortar vuestros derechos adquiridos durante años'", ha afirmado Guevara.
En este sentido, ha indicado que la empresa también quiere "quitar los fondos sociales para ayudar a los trabajadores en ciertos momentos". "Estoy seguro de que desde Alemania esto no lo saben. "Una inversión de 1.200 millones no puede depender de que los trabajadores tengamos o no ayudas sociales", ha añadido.
Guevara ha recordado que al margen de la "potente inversión" que baraja Mercedes para su fábrica de Vitoria-Gasteiz, también existe, "detrás" de esta planta, "un importante respaldo institucional en ayudas europeas, del Gobierno Vasco, y de formación". "Por ahí pueden apoyar las instituciones; pero de ahí a que nos digan que tenemos que ceder en salarios y flexibilidad, va un trecho", ha manifestado.
Ante esta situación se ha felicitado por el apoyo de la plantilla a esta jornada de movilizaciones, de la que ha afirmado que no tiene "precedentes" en los últimos 20 años, desde que en 2003 el fuerte conflicto por la negociación del convenio de la época llevó a la empresa a amenazar con trasladar su producción de Vitoria a otra planta.
Por su parte, Roberto Pastor (CCOO) se ha mostrado partidario de "gestionar" la sexta noche del turno de flexibilidad que plantea introducir la dirección.
En este sentido, ha apostado por buscar "una salida" ante la posibilidad de que con el actual sistema de flexibilidad "no se puedan abarcar" determinadas necesidades de producción que se derivarían de la inversión de 1.200 millones de euros, dado que esta se destinaría a implementar "varios modelos de trabajo y varias plataformas de vehículos".
"Si la gestión de la sexta noche la tenemos que plantear y gestionar, lo tenemos que hacer dentro del marco de un acuerdo; porque la plantilla se siente identificada con ese acuerdo y con esa nueva flexibilidad", ha afirmado.
FLEXIBILIDAD "NECESARIA"
Pastor, no obstante, ha reconocido que la conciliación de la vida laboral y personal "es difícil cuando el jueves te pueden cambiar el turno de trabajo". "La flexibilidad actual ha ido a los extremos. Por esa línea no vamos a estar; tenemos que gestionar nosotros también la flexibilidad, y que el trabajador tenga clara su conciliación laboral dentro de lo que tenga que trabajar", ha añadido.
Respecto a las diferencias que mantienen los sindicatos a este respecto, ha reconocido que "la flexibilidad siempre es polémica", aunque ha asegurado que en el sector de la automoción "es estrictamente necesaria".
"De momento tenemos flexibilidad más que suficiente para abarcar las producciones actuales; pero de cara a adjudicaciones y nuevos modelos, y a duplicar la fabrica con esa enorme inversión, si la multinacional necesita la seguridad de que se produzcan esos coches, tenemos que buscar la fórmula, pero una fórmula que no condicione la conciliación familiar de los trabajadores", ha afirmado.
Pastor ha destacado la "importancia" de que, al menos en esta manifestación, hayan participado todos los sindicatos de la fábrica vitoriana. "La dirección tiene que tomar nota de esta movilización", ha afirmado, tras lo que ha manifestado que desde 2003 "no se ve" una protesta de esta magnitud.