MURCIA, 12 May. (EUROPA PRESS) -
El acusado de abusar y asesinar a su tía abuela de 82 años en abril de 2019 en Abarán (Murcia) ha reiterado su inocencia este jueves, durante la primera sesión del juicio, que se celebra en la Audiencia Provincial con jurado popular. "Yo no he hecho daño a nadie, ni he violado, ni matado, ni abusado, esto es un disparate", ha dicho.
El único sospechoso del fallecimiento de la anciana ha insistido en que su relación era normal hasta que él fue a visitarla y ella le sorprendió en el baño consumiendo cocaína. Según ha explicado, le comentó que era "una vergüenza para la familia" y que "no volviera por allí".
Según la versión del acusado, solo una vez tiempo después paró junto al domicilio de la mujer y pensó en subir para pedirle perdón, pero no lo hizo, con lo que no supo de ella hasta que se enteró de su muerte por sus familiares. Un fallecimiento, ha dicho, que "sí" le afectó.
El fiscal, que solicita prisión permanente revisable para el sospechoso, además de la obligación de indemnizar a los familiares de la víctima con 280.000 euros, mantiene que el hombre abusó sexualmente de su tía abuela, como hizo en una anterior ocasión y, posteriormente, le acuchilló en el cuello.
En este sentido, el representante del Ministerio Público ha leído varias conversaciones que el hombre mantuvo en aquel tiempo por mensajería instantánea con la esposa de su primo lejano, en las que el acusado se insinuaba a la destinataria y llegó a reconocer que había forzado a su tía abuela mientras ella "lloraba".
"Un montón de fanfarronadas y disparates", según ha comentado en el juicio el acusado, quien ha admitido que llegó a escribirlas y enviarlas, pero ha matizado que "faltan trozos" de texto y que describió aquellas escenas con la única intención de "poner celosa" a la mujer de su primo, con la que buscaba tener relaciones íntimas.
Por su parte, esta última ha asegurado que en todo momento creyó que lo que decía el sospechoso, por el que, según ha aseverado, nunca sintió miedo, era "mentira". Asimismo, ha reconocido que "de vez en cuando" borraba partes de las conversaciones del móvil porque su marido no sabía nada de esa relación, si bien no las manipuló.
En el juzgado también han declarado como testigos una vecina de la víctima, quien ha asegurado que la fallecida le dijo en una ocasión que su sobrino hacía "cosas raras" y que le gustaría contarle "una cosa" pero "no puedo de lo fuerte que es". En la misma línea, la empleada interna de un vecino nonagenario ya fallecido ha señalado que la mujer le comentó que "tenía miedo a un sobrino".