Asegura, en su declaración, que la golpeó en la cabeza con un palo, sin embargo, señala que su intención no fue matarla
MURCIA, 5 Jun. (EUROPA PRESS) -
El maliense de 35 años acusado de matar a golpes a su mujer en 2015 en presencia de sus hijos, de 7 y 4 años, en el domicilio familiar que compartían en Beniel, ha reconocido los hechos, no así que quisiera matarla ni que los menores presenciaran lo ocurrido.
"Mi hijo estaba en su habitación haciendo los deberes", ha declarado en su breve declaración, que apenas ha durado tres minutos, tras reconocer que estaban casados, que habían reiniciado la convivencia, que tenía una orden de alejamiento, que discutieron el día de los hechos, así como que la golpeó, en la cabeza, con un palo.
Ha hecho hincapié en que los menores estaban en el domicilio, y ha reconocido que tras golpear a su mujer, huyó del edificio, llamó al '1-1-2' y dijo donde se encontraba, en un bar en El Raal, donde fue detenido por la Guardia Civil.
Tras la composición del Jurado Popular, el juicio ha arrancado con la exposición del Ministerio Fiscal, que ha sostenido que el acusado "se condenó el día que agredió a su mujer", la del abogado del Estado, en nombre de la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, que ha reconocido los hechos y las penas de la fiscal y la del letrado de la defensa, Francisco Hellín, que también ha reconocido los hechos recogido por las acusaciones "para que no se le imponga más pena de la que en justicia le corresponda".
A continuación, el juicio ha seguido con la declaración del acusado, que se enfrenta a una pena de 16 años de cárcel por los delitos de homicidio, quebrantamiento de la medida cautelar que tenía impuesta por malos tratos, con la agravante de parentesco.
Y es que con anterioridad, la víctima, de 23 años y misma nacionalidad, había denunciado a su marido hasta en tres ocasiones en los últimos años y como consecuencia, se había acordado la medida cautelar en protección de ésta de alejamiento al acusado. No obstante, según se desprende del escrito de conclusiones provisionales del Fiscal, el procesado, a sabiendas de que no podía acercarse ni comunicarse con su mujer, volvió a reanudar la convivencia en el domicilio familiar.
Según detalla el mismo informe, los hechos tuvieron lugar en octubre de 2015, en el transcurso de una discusión con su mujer en la vivienda y en presencia de sus dos hijos menores, con ánimo de causarle la muerte o, al menos, aceptando ese resultado, con un palo comenzó a propinarle golpes por todo el cuerpo de forma repetida en la cabeza y en el cuello hasta causarle la muerte por un traumatismo craneal y cervical.
Después de matarla salió rápido del edificio y en dicho instante, una vecina del edificio que se encontraba en la calle y había escuchado los golpes de la víctima y a los niños llorar avisó a otro vecino para que se alertara a la Policía Local.
Los agentes, una vez que llegaron a la vivienda, se encontraron a los dos niños llorando al lado del cuerpo de su madre, ya muerta, en el suelo. El procesado llamó al '1-1-2' diciendo que acababa de pelearse con su mujer y que se encontraba en un bar de El Raal, donde fue detenido por la Guardia Civil.
Para el fiscal, los hechos son constitutivos de un delito de homicidio, por el que procede imponer la pena de 15 años de cárcel; y de quebrantamiento de condena, la pena de un año de prisión. Asimismo, deberá indemnizar a cada uno de los dos hijos menores, por daño moral, en 50.000 euros.
El calendario del juicio se ha modificado ante la conformidad y continuará este martes, 6 de junio, a las 10.30 horas, con la declaración de los agentes de la Policía Local de Beniel, ante la magistrada-presidenta del jurado, Concepción Roig. El veredicto está previsto para el miércoles.