Participada por Globalvía (FCC y Bankia), Ploder, Unicaja, BMN y CAM
MADRID/MURCIA, 13 (EUROPA PRESS)
La sociedad concesionaria de la autopista Cartagena-Vera (Aucosta) advirtió de que se puede declarar en quiebra si en los próximos días no prosperan las negociaciones que mantiene con sus bancos acreedores para que le aplacen el pago de deuda hasta 2012, cuando prevé cobrar los 8 millones de euros que le aportará el Estado en materia de cuenta de compensación.
La firma, participada por Globalvía (FCC y Bankia), Ploder, Unicaja, BMN y CAM, negocia con un sindicato bancario integrado por "numerosas" entidades, entre las que figuran Santander, Banesto, RBS, Ahorro Corporación y la propia Unicaja.
La concesionaria indicó en un comunicado que "en el supuesto de que no se llegue a un acuerdo" antes de este jueves, 15 de diciembre, sus accionistas "están preparados para tomar las acciones que consideren oportunas".
Según indicó, con las negociaciones que actualmente tiene abiertas con los bancos se busca "conjugar los distintos intereses". "Las partes son conscientes de que se trabaja contra reloj, dado que será necesario recabar el visto bueno de los comités de las entidades financieras y de los accionistas de la concesionaria a una propuesta acordada", detalló.
La autopista achacó fundamentalmente su "grave" situación a que el tráfico que registra está "muy lejos" del inicialmente "previsto por la Administración cuando promovió" esta vía.
Según sus datos, en lo que va de 2011 han circulado por la autopista una media de 1.949 vehículos diarios, lo que arroja un descenso del 7,10% en comparación con el mismo periodo de 201, "ejercicio en el que, a su vez, el tráfico de la autopista ya acusó una importante desviación respecto a las previsiones", añade la concesionaria.
"SOLUCIONES URGENTES".
Aucosta recuerda asimismo que su situación "no es un hecho puntual". La autopista Cartagena-Vera forma parte del grupo de autopistas del país que actualmente bordean la quiebra, bien por los sobrecostes que registraron con las expropiaciones de terrenos para su construcción o por el desplome de los tráficos respecto a las previsiones iniciales.
Por ello, la concesionaria manifestó su confianza en que el próximo Gobierno "tome conciencia de la situación de la concesión y la del resto de autopistas que se encuentran en situaciones similares y adopte soluciones urgentes para el sector".
La Cartagena-Vera, de 114 kilómetros de longitud, se puso en servicio a comienzos de 2007. La sociedad concesionaria, que cuenta con un periodo de explotación de la vía de 36 años, está participada por Globalvía, que controla un 35,7%, Ausur, con el mismo porcentaje, Ploder (15%), y Cajamar (actualmente integrada en Banco Mare Nostrum), Unicaja y CAM, con un 4,5%, respectivamente.