MURCIA 12 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Biblioteca Regional de Murcia (BRMU), dependiente de la Consejería de Turismo, Cultura, Juventud y Deportes, expone, en el marco de su actividad 'Joyas BRMU', las obras más valiosas de su fondo bibliográfico, y a partir del 13 de enero, durante 15 días, los visitantes de la institución podrán ver, en una vitrina en el vestíbulo, una obra editada por Aldo Manuzio en 1501.
Manuzio es considerado el primer editor moderno al haber introducido diversas innovaciones en aquella época. La obra es el segundo volumen de la serie 'Poetae christiani veteres', 'Los viejos poetas cristianos', y está escrita en latín con fragmentos en griego.
Recoge obras de autores como Celio Sedulio, sacerdote latino de principios del siglo V; Sulpicio Severo, de los siglos IV y V, declarado santo por la Iglesia Católica; Faltonia Beitia Proba, poetisa cristiana del siglo IV; Subdiaconus Arator, poeta e historiador del siglo VI; o Tascio Cecilio Cipriano, obispo de Cartago, del siglo III.
Los textos son de temática religiosa y abarcan la historia evangélica, elegías a la Virgen, vidas de santos o elogios a los apóstoles. Se recoge también una versión en latín de versos homéricos. La colección a la que pertenece este volumen es sumamente rara y la mayoría de ejemplares que se conservan están incompletos.
Aparte del que custodia la BRMU, la obra solo se encuentra en nueve instituciones más de nuestro país y ha sido digitalizada por la Universidad Complutense. Aldo Manuzio constituye una figura clave en la historia del libro.
Tras recibir una notable formación en literatura griega y latina, se propuso editar textos griegos en su lengua original en una época en la que una muy reducida minoría manejaba la lengua helénica. Estos textos solo se encontraban en forma de manuscritos, dispersos por bibliotecas privadas de Europa, cuyas traducciones adolecían frecuentemente de errores.
Manuzio acabó realizando ediciones de gran calidad de clásicos griegos como Homero, Platón, Aristóteles, Aristófanes o Eurípides. También editaría a autores latinos, como Ovidio o Lucrecio, y a aquellos que ya escribían en la lengua vernácula, como Dante o Petrarca.
Sumamente escrupuloso en su trabajo, contó con la colaboración de los principales humanistas italianos como traductores, correctores y consultores editoriales. Asimismo, es considerado el inventor de la tipografía denominada cursiva y del libro de bolsillo. También inició el uso del punto y coma y la acentuación en la lengua vulgar.
Su marca tipográfica está entre las más famosas en la historia de la imprenta. A partir de la invención de esta técnica de reproducción, se impuso entre los editores la costumbre de utilizar una marca, una figura que transmitiera algún tipo de mensaje y que sirviera de emblema.
El editor italiano adoptó como marca un áncora y un delfín, símbolos que aparecían ya en monedas romanas de la época imperial. Esta marca aparece por primera vez en la obra que ahora expone la Biblioteca Regional.