Los detenidos pasarán en los próximos días a disposición judicial y se podrían enfrentar a penas de hasta diez años de cárcel
MURCIA, 24 Sep. (EUROPA PRESS) -
El consejero de Justicia y Seguridad Ciudadana, Manuel Campos, que ha confirmado las detenciones de los dos presuntos pirómanos que causaron el incendio que calcinó, hace unas semanas, unas 600 hectáreas en la Sierra del Molino, ha anunciado que hay "bastantes indicios" que podrían relacionar a los detenidos con los hechos y que el Fiscal podrá solicitar medida cautelar de prisión provisional.
En declaraciones a Europa Press, Campos dijo estar en contacto con el Fiscal de Medio Ambiente, quien le ha transmitido que se personará en el caso. Asimismo ha señalado que los individuos van a ser puestos a disposición del Juzgado de Instrucción de Caravaca de la Cruz próximamente, probablemente, el domingo o el lunes, una vez que se concluya el atestado de la Guardia Civil.
Los responsables de este tipo de delito se enfrentan a una pena de prisión que puede oscilar entre uno y cinco años, si bien ésta puede aumentar a diez años de cárcel si prescribe como un delito contra la flora y la fauna.
En concreto, manifestó que las penas por estos delitos "son muy elevadas y pueden sobrepasar los diez años, porque no sólo se trata del incendio con agravación, sino que hay delitos contra la flora y la fauna, y ahí entran en juego las normas concursales y las penas son graves".
No obstante, pidió cautela para ver las pruebas, para que las valore el juez y el fiscal, con respeto a los derechos de los presuntos culpables.
"BUENA COORDINACIÓN"
Campos se felicitó por las actuación policial, e indicó que, desde el primer momento, la Guardia Civil y la Brigada de Investigación Forestal de la Comunidad Autónoma "se pusieron a trabajar y los resultados son espectaculares, porque los hechos se produjeron el día 7 y que ya tengamos detenidos es muy positivo".
"Hubo muy buena coordinación, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado funcionan muy bien y estamos pendientes de lo que puede ocurrir con el medio ambiente", destacó el consejero, quien subrayó que "era muy difícil tener resultados de inmediato pero, al mismo tiempo, si la investigación se demoraba, se podían perjudicar gravemente las pesquisas".
Campos realizó estas declaraciones tras conocer el arresto de los dos presuntos autores del siniestro, en el cual ardieron 600 hectáreas, aunque la masa forestal afectada podría haber superado las 3.400 hectáreas -según los datos de la simulación realizada por el Ministerio de Interior-, es decir, cinco veces más de que la que finalmente ha resultado quemada.
El titular del ramo resaltó la "importante labor" que han desarrollado los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado en la investigación a lo largo de los últimos días, ya que, según reconoció, era "muy difícil que las pesquisas dieran resultados e, indudablemente, tenía que arrojarlos de forma inmediata porque si no la investigación podría haberse complicado seriamente".
"Debemos felicitarnos todos porque ha habido una labor eficaz de la Guardia Civil y de la brigada de investigación forestal, que ha dado unos resultados magníficos en esta investigación", indicó Campos.
El titular de Justicia y Seguridad Ciudadana, que siguió desde el primer momento la evolución del incendio en el lugar de los hechos, resaltó en su comparecencia del miércoles en la Asamblea que el suceso respondía a "un delito de incendio", ya que se iniciaron dos focos, casi simultáneamente, en dos puntos separados por unos ocho kilómetros de distancia en las sierras del Puerto y del Molino.
La velocidad del viento local de poniente y la humedad del aire fueron dos factores claves que aumentaron la rapidez de la propagación de las llamas, que recorrieron una media de 61,4 metros por minuto, convirtiéndose así en el mayor incendio registrado en la Región en los últimos 16 años.
En la extinción del incendio trabajaron 875 personas, así como 237 vehículos, 16 medios aéreos y el Avión de Coordinación de Medios Aéreos (Acovi). Además, el consejero planteó recientemente establecer un dispositivo de control de accesos ante un incendio forestal para poder detener con mayor prontitud a los supuestos autores de un incendio