Embarcaciones de vela latina
PICASA
Actualizado: lunes, 17 abril 2017 12:52

La resolución ha sido publicada en el BORM y marca el punto de partida para el reconocimiento y protección de este tipo de navegación

MURCIA, 17 Abr. (EUROPA PRESS) -

La Consejería de Cultura y Portavocía, a través de la Dirección General de Bienes Culturales, ha incoado el procedimiento de declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) con carácter Inmaterial a favor de la vela latina y los oficios y saberes relacionados con su práctica, según informaron fuentes del Gobierno regional en un comunicado.

La directora general de Bienes Culturales, María Comas, explicó que "la reciente publicación en el Boletín Oficial de la Región de Murcia de la resolución marca el inicio de una declaración de gran importancia, ya que supone el reconocimiento de un tipo de navegación característico de Mar Menor que ha llegado hasta nuestros días, en torno al que se siguen organizando regatas y que debemos contribuir a proteger y mantener para las siguientes generaciones".

Esta declaración se realiza, añadió Comas, "de acuerdo a los criterios de singularidad y autenticidad con los que cumple, ya que no existe en la Región otra manifestación similar que aúne destreza, relación con el medio natural y conocimiento de la carpintería, y que, además, haya sido usada durante siglos en nuestras costas". Igualmente, recordó que "en la actualidad hay varios veleros, algunos casi centenarios, que deben ser conservados y no podemos perder los conocimientos en torno a ellos y su construcción".

La resolución señala que en este bien se manifiesta la transmisión de los oficios tradicionales y enumera características como la representatividad, ya que es una de las imágenes más reconocibles de la navegación en la Región; el valor simbólico de unión entre el ser humano y el mar; el interés rememorativo de los saberes de los navegantes, así como el tipológico, al ser un tipo de velamen y embarcaciones perfectamente identificados.

Asimismo, se destaca el interés de la vela latina como hito en el ámbito natural, ya que, además de ser un elemento característico del paisaje marítimo del Mar Menor y de la dársena de Cartagena, estas velas también fueron usadas para mover los molinos de viento del Campo de Cartagena, construyéndose así un singular paisaje cultural.

LA TRADICIÓN

Al igual que el Mar Menor, la dársena del puerto de Cartagena reúne unas magníficas condiciones para la navegación de embarcaciones de vela latina, al tratarse de uno de los puertos más abrigados de vientos y oleaje de todo el Mediterráneo. Hoy en día, y reguladas bajo la Federación de Vela de la Región, se continúan organizando regatas, que se potenciarán a partir de este momento, para lo que se trabajará en coordinación con la Dirección General de Deportes.

Los pescadores artesanales locales son los que han hecho posible que haya pervivido este tipo de navegación que, según los expertos, proviene de la cultura árabe, aunque sus orígenes se encuentran en el Nilo, en la época greco-romana y el mundo bizantino, y cuyo nombre (vela latina) fue dado por navegantes del norte y centro de Europa.

La vela latina fue sustituida en los grandes navíos por la cangreja en el siglo XVIII. No obstante, siguió utilizándose en la pesca costera hasta la aparición de la propulsión a motor, cuando los barcos de vela latina fueron perdiendo importancia. Entre estas embarcaciones destacaron el falucho y el laúd, y su tripulación oscilaba entre siete u ocho personas en cada barco.

A comienzos de los años 20 del siglo XX se usaban las embarcaciones latinas en las artes de arrastre sobre todo en el Levante peninsular. Se calcula que en esa época había más de 1.500 barcos y todavía hoy siguen utilizándose estas embarcaciones en gran parte del litoral mediterráneo, así como en el Mar Rojo, Golfo Pérsico y Mar de Arabia.

En España se mantiene en uso un pequeño número con fines deportivos (existen las categorías de 21, 33 y 42 palmos de eslora). En la Región hay un total de 54 embarcaciones de vela latina censadas, las más antiguas, casi centenarias, son de 42 palmos.

Las primeras regatas a vela latina se iniciaron en el entorno de los pescadores, con motivo de la Virgen del Carmen y de San Ginés. El Club Náutico de Santa Lucía, originariamente Asociación Deportiva del Levante, se creó en 1953 para organizar el deporte de la vela latina en Cartagena y en 1986 se inscribió en el registro de asociaciones deportivas de la Región. En la actualidad, esta práctica está regulada por la Federación de Vela de la Región de Murcia.

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