Los arrestados son los encargados de gobernar y custodiar la embarcación así como de esconder a los inmigrantes en Argelia antes de la salida
CARTAGENA (MURCIA), 4 Oct. (EUROPA PRESS) -
Agentes de la Policía Nacional han detenido en Cartagena a dos personas como presuntos responsables de introducir en las costas murcianas a bordo de pateras a personas inmigrantes, tanto mayores como menores de edad, por lo que se les imputa un delito de amenazas y contra los derechos de los ciudadanos extranjeros.
Estas personas son las encargadas de esconder a los llegados a Argelia, desde distintos pueblos, durante las horas o días previos a la salida, según informaron fuentes de la Policía Nacional en un comunicado.
Así mismo, ellos son los patrones de la embarcación hasta el destino y aleccionan e instruyen a las personas que transportan en la forma en que deben comportarse si son detectados por la policía española. Igualmente, amenazan "seriamente" de muerte no solo a los inmigrantes, sino también a sus familiares en caso de que lleguen a colaborar con las autoridades españolas.
Los detenidos son dos varones de nacionalidad argelina y de 26 y 40 años de edad que forman parte de una organización internacional dedicada al tráfico de seres humanos, según la Policía. Estas organizaciones se dedican a introducir ilegalmente inmigrantes en el territorio. Sus principales clientes son ciudadanos de nacionalidad argelina residentes en pequeños pueblos de la provincia de Chlef.
Durante el presente año han llegado a las playas de Cartagena un total de 39 pateras, viajando en las mismas más de trescientos ciudadanos extranjeros, entre ellos tres mujeres y más de una treinta, tras la realización de pruebas oseométricas y otras, resultaron ser menores de edad.
Los inmigrantes que suelen viajar en este tipo de embarcaciones son captados en sus pueblos, principalmente de pueblos pesqueros y rurales pagando una cantidad de entre 600 y 1.000 euros.
Las embarcaciones que emplean para el traslado son lanchas de recreo de pocos metros de eslora, tanto neumática como de fibra y con capacidad para cuatro o cinco personas, viajando más de quince personas y recorriendo unas distancia de aproximada de 250 kilómetros en condiciones adversas en algunos casos.
No se les proporciona ningún tipo de material de seguridad o chaleco salvavidas así como en ocasiones los inmigrantes no saben, ni siquiera, nadar, tal y como destaca la Policía.