MURCIA, 18 Abr. (EUROPA PRESS) -
La contaminación del subsuelo por metales pesados en la zona del Ensanche, en Cartagena, comenzó mucho antes de la época romana. Ésta es una de las conclusiones a las que ha llegado un equipo multidisciplinar de investigadores de la Universidad de Murcia, Universidad Politécnica de Cartagena, el Museo Arqueológico de Cartagena y la Universidad Politécnica de Madrid.
En el proyecto, financiado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología, ha participado el profesor emérito de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) José Ignacio Manteca, especializado en yacimientos minerales y en la historia minera de la Sierra de Cartagena.
El proyecto, denominado 'Carthago-Nova. Topografía y Urbanística de una urbe mediterránea privilegiada', dirigido por el doctor Sebastián Ramallo Asensio de la Universidad de Murcia, descubre, entre otras muchas cuestiones, que el origen de la contaminación de los suelos por metales pesados en el entorno de Cartagena se remonta a 4.500 años, un resultado que contrasta con la creencia existente hasta ahora, que exponía que el origen de este tipo de contaminación coincidía con la fundación de la ciudad portuaria hace unos 3.000 años.
Se ha comprobado que la contaminación por metales pesados "es mucho más antigua de lo que se creía. Hasta ahora pensábamos que tuvo un auge con la actividad minera de los romanos, pero no, el origen es muy anterior", asegura el profesor Ignacio Manteca.
Durante más de un año los investigadores han estudiado el entorno del Ensanche-Almarjal, una laguna que durante siglos ocupó la zona al norte del casco antiguo.
En este sentido, y mediante la técnica del Carbono 14, han establecido que la antigua laguna El Almarjal se formó hace unos 8.400 años. "Los sedimentos de esta laguna, reconocido mediante sondeos, son como un gran archivo donde han quedado registradas los cambios de las condiciones medioambientales de la zona a lo largo de miles de años", dice.
Según este investigador, los contenidos de metales varían con la edad de los sedimentos. Con anterioridad a los 4.500 años los sedimentos de la laguna tienen "bajos valores" de metales, y es a partir de los 4.500 años de antigüedad cuando "aparecen fuertes incrementos que indican que ya había una actividad industrial minero-metalúrgica, aunque de carácter discontinuo".
Posteriormente, a partir de los 3.550 años de antigüedad esa actividad industrial se hizo más contínua y produjo una contaminación más alta, con valores en los sedimentos del orden de los 2.000 ppm (partes por millón) de plomo e incluso superiores, prolongandose hasta finales de la época romana.
Los puntos en los que han encontrado mayor contaminación estaban en los bordes de la laguna junto a la ciudad, frente a la desembocadura de las pequeñas ramblas que drenaban la antigua urbe.
Una de estas ramblas desembocaba entre el monte Sacro y El Molinete, y otra entre el Cerro del Molinete y el de La Concepción. Esto demuestra que algunas industrias metalúrgicas contaminantes debían estar en la propia ciudad; lo que hace suponer que sus habitantes probablemente debían tener graves problemas de salud.
Los investigadores también han comparado el resultado de su proyecto con otro muy similar llevado a cabo en Huelva, en la desembocadura de los ríos Tinto y Odiel. "En la zona de Huelva la actividad minera también comenzó hace 4.500 años, lo que confirma nuestras conclusiones sobre la minería de Cartagena; probablemente eran comunidades que iban de un lado a otro, entre los yacimientos de Río Tinto y los de Cartagena", añade Manteca.