MURCIA, 16 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Murcia juzga la próxima semana al acusado de asestar un navajazo a su hermano gemelo, causándole la muerte, tras su negativa a devolver una máquina lijadora prestada. Para el fiscal los hechos son constitutivos de un delito de asesinato y solicita una pena de 20 años de cárcel.
Los hechos, según se desprende del escrito del Ministerio Fiscal, tuvieron lugar en diciembre de 2015 en Cehegín cuando sobre las 21.30 horas el acusado, de 37 años, llegó a la vivienda, propiedad de sus padres, y en la que se encontraba su hermano gemelo con su mujer y sus dos hijos, de 12 y 7 años.
Tras lo que el acusado le pidió que le devolviera una máquina lijadora afirmando que era suya, negándose la víctima a ello, contestando que no se la daría hasta que un amigo le restituyera a su vez una máquina cortadora de azulejos.
Seguidamente, según el escrito del fiscal, los hermanos iniciaron una disputa verbal gritándose mutuamente; la mujer del fallecido cogió a la hija menor y se encaminó hacia su casa, colindante con la de sus suegros.
Los hermanos continuaron la pelea empujándose y acometiéndose. En el curso de ese forcejeo el acusado propinó a su hermano un golpe en la ceja con una escoba que le causó una herida contusa lineal de 12 milímetros en la zona supraciliar externa y dos pequeñas erosiones.
A continuación, la víctima agarró un paragüero que se encontraba en el recibidor de la casa y lo levantó frente al acusado, pero su esposa, que había regresado a la casa al escuchar los gritos de su hijo de 12 años, arrebató el paragüero a su esposo, lo dejó en el suelo y salió con éste a la calle.
Ya en la calle cuando la víctima se encontraba con la cabeza inclinada hacia abajo limpiándose la sangre de la herida de la ceja, el acusado salió y, "actuando voluntariamente con intención de acabar con la vida de su hermano, sin que éste pudiera apercibirse de ello, le propinó un navajazo". La agresión le provocó la muerte en pocos minutos.
El informe concluye que el acusado está diagnosticado de trastorno mental y del comportamiento secundario al consumo de diversos tóxicos, "que no alteró sus facultades intelectivas en relación con los hechos, pero le provocó una disminución de las facultades volitivas".
Por todo ello, el fiscal, para quien califica los hechos de un delito de asesinato, pide para el acusado la pena de 20 años de prisión y la accesoria de inhabilitación durante el tiempo de la condena, "concurriendo la agravante mixta de parentesco y la atenuante a la eximente incompleta de trastorno mental".
Además, solicita que el acusado indemnice a la esposa en 126.538 euros y en 52.724 euros a cada uno de los dos hijos menores.
El juicio comenzará el lunes, con el interrogatorio del acusado, y continuará durante toda la semana, hasta el viernes 23 de junio.