El director general de Emergencias habla de "varios" sospechosos, aunque prefiere no entorpecer la investigación judicial
MURCIA, 29 Ene. (EUROPA PRESS) -
El director general de Seguridad Ciudadana y Emergencias de la Comunidad Autónoma, Luis Gestoso, cree que la sierra de Atamaría, afectada por un incendio forestal el pasado mes de agosto, que arrasó 420 hectáreas, de las que 328 pertenecían a la Red Natura 2000, podría tardar diez años en presentar el mismo aspecto paisajístico que antes de la catástrofe.
Aunque, apostilló en una entrevista concedida a Europa Press, "para que todo el ecosistema quede completamente rehabilitado tengan, quizás, que pasar décadas".
Mientras, señaló, la Dirección General de Medio Ambiente de la Comunidad trabaja en el tratamiento de los árboles y la limpieza del monte con el fin de "mantener lo que hay y empezar a repoblar la zona".
Sobre la investigación, recuerda que está en manos de la Guardia Civil y el juzgado, aunque apunta que hay "varios" sospechosos. Pero, reconoció, "lo desconozco, y no quiero entorpecer la investigación judicial". Al respecto, la Benemérita ha preferido no aportar ningún dato al respecto.
Y es que la Guardia Civil, en colaboración con la Brigada de Incendios de la Comunidad Autónoma, encontró, días después de la catástrofe medioambiental, indicios de que el incendio había sido provocado.
En concreto, a una distancia aproximada de unos 800 y mil metros entre el campo de golf de La Manga Club y la carretera de Portmán, el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) halló el punto inicial del incendio con una especie de pseudo artefacto de fabricación casero con cabezas de fósforos, rodeado de una tela de arpillera.
DESALOJO DE 2.000 PERSONAS
El incendio forestal se declaró el 18 de agosto de 2011, en Atamaría (Cartagena) y arrasó 420 hectáreas de terreno, pertenecientes a los municipios de Cartagena y La Unión y provocó el desalojo de cerca de 2.000 personas, entre vecinos de Atamaría y Portmán.
De hecho, a juicio de Luis Gestoso, "la rapidez con que corría el fuego y la gran cantidad de minas que había pudo haberle costado la vida a muchos efectivos de Emergencias, que actuaron heroicamente".
De las 420 hectáreas afectadas, 328 pertenecían a la Red Natura 2000, sin que se viese afectado ninguna zona especial de protección de aves (ZEPA).