Advierten del fácil acceso a la pornografía que tienen los jóvenes y resaltan la necesidad de regulación clara y formación para abordar la IA
MURCIA, 1 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Inteligencia Artificial (IA) ha venido para quedarse o así lo consideran María del Mar Sánchez Vera y Patricia López Vicent, profesoras de la Facultad de Educación de la Universidad de Murcia (UMU), que consideran un error introducir la prohibición de teléfonos móviles en centros educativos, aunque coinciden en advertir la facilidad que tienen los jóvenes a la hora de acceder a la pornografía, según han manifestado en una entrevista a Europa Press.
"La prohibición no es la solución porque formamos parte de una sociedad que vive envuelta en un sinfín de tecnologías", argumenta López Vicent, profesora titular del Departamento de Teoría e Historia de la Educación de la UMU.
Por su parte, María del Mar Sánchez Vera, profesora titular investigadora y miembro del grupo de investigación de Tecnología Educativa de la UMU, coincide en este punto al exponer que "una cosa es regular el uso de los móviles y otra prohibirlos, lo que sería un gran error que afectaría al desarrollo de la brecha digital y a la igualdad de oportunidades, ya que influye directamente en la gestión de una correcta identidad digital para afrontar el mundo actual".
En este sentido, dejan claro que o se involucra toda la ciudadanía en su conjunto en la formación de estos jóvenes o casos como el de Badajoz "se repetirán", puntualizando, al hilo, la necesidad de una regulación clara para abordar la IA, apunta López Vicent.
Reconocen que la IA "se ha hecho popular durante el último año y su desarrollo ha ido más rápido que su regulación". Resalta, en esta línea, Sánchez Vera, profesora titular de la Facultad de Educación de la UMU, la necesidad de "seguir la senda que se ha iniciado en la Unión Europea" para tratar de regular el uso de las herramientas y establecer un marco para "socialmente poder abordar la IA evitando brechas y riesgos sociales".
Preguntadas si lo ocurrido en Badajoz con la difusión de imágenes de niñas con IA puede ser el detonante de este fenómeno mundial y si su mal uso puede extenderse a otras regiones y llegar a los centros educativos, Sánchez Vera califica estos hechos como un "grave problema ético y legal".
Y es que, manifiesta, "hace tiempo que sabemos que el fácil acceso a la pornografía que tienen los jóvenes puede distorsionar las percepciones y expectativas sobre las relaciones, especialmente hacia las mujeres".
Por ello, apuesta por "abordar estos temas para trabajar el respeto, la importancia del consentimiento y el desarrollo de relaciones saludables".
Asimismo, defiende una educación dirigida a los jóvenes sobre riesgos y responsabilidades asociados con el uso de tecnologías digitales, incluida la IA. "Deben entender las consecuencias legales y éticas de sus acciones en línea, así como los daños emocionales y psicológicos que pueden causar", indica.
REGULACIÓN "CLARA" IA
La regulación "clara" al respecto es lo que se echa en falta en lo relacionado con la IA, así como el trabajo desde diferentes perspectivas, opina López Vicent, que ve fundamental fomentar la educación en valores cuando se usa la tecnología.
Es decir, señala, "el sentido de la responsabilidad, el respeto, la empatía, que debe ser abordado tanto desde el contexto escolar como el familiar". "Es importante que tanto familia como escuela trabajen en la misma línea y bajo los mismos criterios. Todo ello con el fin de lograr que estos menores y jóvenes reciban una formación integral que se dirija hacia la prevención para un uso inadecuado de la IA y de la tecnología en general y hacia medidas de protección y el abordaje de situaciones delictivas en las que se pueda ver envuelto un joven o menor sin su consentimiento", subraya.
A modo de ejemplo el caso de Badajoz, que ha tenido su origen en un grupo de Whatsapp en el que están implicados presuntamente alumnos de colegios y se habla de montajes y chantajes económicos a cambio de retirar las imágenes trucadas. Sobre ello, la profesora titular Sánchez Vera aboga por "investigar y regular las herramientas tecnológicas para garantizar que no se utilicen con fines perjudiciales", no perdiendo de vista la necesaria promoción de una cultura basada en el "respeto, ética y responsabilidad".
Valores a los que también alude su compañera López Vicent, que advierte que "es uno de los desafíos a los que nos enfrentamos hoy día como sociedad y que debe ser tratado desde todos los ámbitos y perspectivas, el derecho, la psicología, la sociología y, por supuesto, la educación". Ve urgente formar a "una ciudadanía responsable con el uso de la tecnología en su conjunto".
La regulación de las aplicaciones también lo ven como algo necesario. Por ejemplo, ClothOff, cuyo lema en inglés 'Undress anybody, undress girl for free' (en español desnuda a cualquiera, desnuda a chicas gratuitamente) tienen un canal de Telegram con miles de usuarios adscritos. A través de esta 'app' que investiga la Policía por difundir fotos de menores "desnudas", se puede convertir en un desnudo cualquier foto en la que aparezca una persona mediante inteligencia artificial.
Según Sánchez Vera, "determinadas herramientas pueden facilitar determinados comportamientos delictivos, por eso es importante también regular e investigar las herramientas con dudosa finalidad, pero no son la causa subyacente de esos comportamientos".
"Las herramientas de deepfake y de gestión de imágenes tienen que establecer límites en su uso y penalizar legalmente los delitos que se puedan cometer", afirma.
Presumiblemente, en el caso de las menores de Almendralejo, ambas investigadoras consideran que "se ha atentado contra el derecho a la intimidad personal, al honor y a la propia imagen, recogido en el artículo 18.1 de la Constitución Española y protegido en el Código Penal".
UNIÓN COLEGIOS, FAMILIAS, AMPAS
En la línea de la educación, María del Mar Sánchez Vera aboga por "fortalecer y desarrollar las conexiones con las AMPAS y las asociaciones de vecinos para que las familias puedan también comprender cómo funcionan estas herramientas y ayudar a que sus hijos e hijas puedan utilizarlas de forma adecuada".
"La alfabetización digital no es solo que se circunscriba al ámbito escolar, es una alfabetización básica de toda la ciudadanía. Es necesaria una estrategia local que ayude a que las familias puedan participar activamente", indica.
Por su parte, Patricia López Vicent destaca que la familia "constituye uno de los principales contextos donde tiene lugar la educación de los menores y jóvenes, y es por ello que los padres y madres tienen un papel fundamental para formar ciudadanos que puedan hacer frente al uso de la tecnología".
En este sentido, dice, "asumir que tarde o temprano los menores se enfrentarán a estos desafíos es el primer paso que hay que dar a la hora de actuar", y otra medida que considera importante es "regular el uso que se haga de la misma, por ejemplo, mediante mecanismos de control parental como herramientas y dispositivos que existen al alcance de las familias. También estableciendo limitaciones en el tiempo de uso, porque muchas veces el menor hace un uso ilimitado en cuanto a contenido y tiempo dedicado a la tecnología".
En tercer lugar, defiende, "es importante que las familias incidan en ofrecer una adecuada educación en valores que permita a los jóvenes contar con las competencias, herramientas o habilidades necesarias para evitar situaciones como las vividas por las menores de Almendralejo".
Para ello, ambas profesoras ven necesario una colaboración y unión de familias y centros educativos, contando con el apoyo de los recursos que encuentran a su alcance, como las AMPAS.
"Hay una cosa buena de la IA y es la posibilidad que ofrece de hacer accesible a toda la ciudadanía la construcción de conocimiento", finaliza.