MURCIA, 23 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Región de Murcia está desarrollando un proyecto dirigido a aplicar la inteligencia artificial para poder prevenir los incendios forestales y que los daños sean los mínimos posibles, todo ello en lo que se prevé que sea una iniciativa pionera a nivel nacional.
En concreto, dicho proyecto consiste en mezclar todas las bases de datos de las que disponen en este sentido y que almacenan información de más de una década acerca de dónde se originan los incendios, sus orígenes, cómo se encuentran los árboles, el conocimiento que aporten los agentes forestales, los estudios forestales que se hayan realizado, la base de datos del '1-1-2', zonas con mayor incidencia de rayos todo ello unido a las condiciones meteorológicas que había en esos días en los que se registraron incendios (información meteorológica de la Aemet), dará suficiente información que se traducirá en una serie de algoritmos que cifrará el índice de fiabilidad del riesgo de incendios y las medidas, en su caso, que se deberían tomar.
La información de todas las bases de datos, según fuentes de la Consejería de Turismo, Cultura y Medio Ambiente de la Comunidad consultadas por Europa Press, podrá dar una planificación y así evitar los incendios provocados por causas naturales y no por la acción del hombre y que los daños sean los mínimos posibles.
Por otro lado y de forma paralela, se está estudiando de forma pionera y experimental el desarrollo de un proyecto piloto para la incorporación de drones como herramienta de los agentes medioambientales y retenes forestales.
Básicamente, dicen las fuentes, "es complementar el conocimiento sobre el terreno de los agentes medio ambientales con los drones, lo que les dará una información más completa de zonas de difícil acceso y en menos tiempo".
Y es que, explican, con vuelos específicos sobre estas zonas se podrá lograr identificar aspectos como la cantidad de vegetación seca, las zonas de monte con alteraciones naturales y otros aspectos que son de difícil y pueden entrañar riesgos para los agentes de hacer una identificación mediante medios más directos.
Con estas imágenes se espera poder elaborar modelos y planificar mejor los trabajos preventivos selvícolas, como rutas de acceso seguras a áreas con vegetación seca, identificar previamente el volumen de trabajo y necesidades técnicas.
En cuanto al uso de herramientas informáticas avanzadas de inteligencia artificial para la prevención de incendios y control forestal, los trabajos van encaminados a la unión de la toda la información y bases de datos que existen para aplicar logaritmos de previsión, determinando e identificando acciones para eliminar riesgos y favorecer el buen estado las masas forestales.
De lo que se trata es de "unir todo el conocimiento del medio con los que cuentan los agentes y la información de bases de datos con las nuevas herramientas tecnológicas".
Hay que tener en cuenta que las condiciones de sequía que hay actualmente "hacen que el combustible forestal sufra estrés hídrico, lo que puede propiciar la evolución negativa de los posibles conatos de incendio, de ahí la necesidad de extremar las precauciones", como estas medidas.
Esta situación obliga a la Consejería de Turismo, Cultura y Medio Ambiente a mantener medidas preventivas durante el período de peligro alto de incendios, a los efectos del uso del fuego en las tareas agrícolas, desde el 1 de junio al 30 de septiembre.
MÁS DE 1.300 INCENDIOS EN LOS ÚLTIMOS 10 AÑOS
En el periodo comprendido entre 2006-2016 se han registrado en la Región de Murcia un total de 1.322 incendios forestales, siendo 2010 el año en el que se registró un mayor número.
A lo largo de estos diez años han ardido más de 4.800 hectáreas de superficie forestal en la Comunidad, de las que casi la mitad fueron en los dos únicos grandes incendios forestales de este periodo, el de la Sierra del Molina en 2010 y el de Moratalla en 2012.
En concreto, el incendio forestal ocurrido el 7 de septiembre de 2010 en las zonas de Calasparra y Cieza (Sierras del Molino, La Albarda y La Palera) calcinó 579,85 hectáreas y se consideró de nivel 2; pero el incendio en el que ardió una mayor superficie forestal con diferencia en este decenio fue el registrado el 1 de julio de 2012 en Albacete-Murcia, en el que 1.370 hectáreas de terreno forestal ardieron en las localidades de Moratalla y Hellín, también considerado de nivel 2.
El ocurrido en agosto de 2011 en Cartagena-La Unión, en la sierra de Atamaría, también calcinó cerca de 386 hectáreas, y el resto de incendios apenas superó las 260 hectáreas calcinadas.
Así, desde que se puso en marcha el Plan Infomur en el año 1995 se ha avanzado en la protección y conservación de la superficie forestal en la Región de Murcia, con 485.000 hectáreas de terreno forestal, de las que 300.000 son arboladas, que representan el 45 por ciento de la superficie regional. Dentro de lo forestal, la parte arbolada es mayoritaria, con un 60% del total (308.219 ha).
La formación mayoritaria son los pinares de pino carrasco, que ocupan un 80% de la superficie de monte arbolado total y suponen más del 80% del volumen con corteza provincial.
Por otro lado, destaca la Consejería que los montes de la Región tienen un marcado carácter protector, proporcionando importantes servicios al margen de la producción de bienes económicos.
El 43% de la superficie forestal murciana cuenta con algún tipo de protección.
AUMENTA EL NÚMERO DE EFECTIVOS DE EXTINCIÓN
Durante el presente año, en la época de peligro alto (junio a septiembre), la Consejería de Turismo, Cultura y Medio Ambiente ha incrementado el número de efectivos de extinción un 10%, alcanzando los 241 especialistas de extinción, cuando en condiciones normales son 217.
De esta forma, la Consejería ha invertido más de dos millones de euros en los tratamientos selvícolas y la realización y mantenimiento de áreas cortafuegos, fajas auxiliares y construcción de aljibes en los distintos montes de la Región.
Durante todo el año, el dispositivo de prevención selvícola que la Consejería mantiene activo permite acometer 1.200 has de mantenimiento de infraestructuras de defensa contra incendios forestales.
Esta cantidad supone un total de 300 kilómetros anuales de pistas forestales que son repasadas para la modificación y eliminación de su combustible forestal, previniendo tanto los incendios que pudieran surgir desde ellas como su uso como elemento de control del fuego por parte de los equipos de extinción.