Las ONG asisten a unas 300 personas refugiadas en la Región, 60 de las cuales llegaron huyendo de la guerra de Siria
MURCIA, 20 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Coordinadora ONGD Región de Murcia, Fundación Cepaim, Accem, Murcia Acoge, Cruz Roja Española Región de Murcia, Asociación de Amigos de Ritsona y la Plataforma de Ayuda a Refugiados en Murcia han protagonizado este martes una concentración en Murcia para reclamar al Gobierno central y a la Unión Europea que adopten medidas de ayuda a personas refugiadas para evitar que tengan que subirse a un bote y puedan perder la vida en el mar, y para exigir que cumplan la cuota de acogida de refugiados procedentes de Siria con la que se comprometieron.
La concentración ha tenido lugar con motivo del Día Mundial del Refugiado que se celebra este 20 de junio, y en ella han participado varias decenas de personas con un cartel en el que se podía leer: 'El Estado español se comprometió a acoger a 17.337 personas refugiadas. Solo quedan para la fecha límite 99 días. Faltan 16.033 personas refugiadas. Ayer llegaron 0 personas refugiadas'.
Y es que, efectivamente, el Estado español se comprometió a acoger a 17.337 personas refugiadas procedentes de Siria y, a día de hoy, "solo han llegado unas 1.030", lo que representa apenas el 7,5 por ciento del total, por lo que quedarían por llegar 16.033 personas, según ha hecho saber el presidente de la Coordinadora de ONG de la Región, Moises Navarro.
A la Región de Murcia debería llegar una cifra de refugiados acorde a la disponibilidad de las plazas y de los recursos que habiliten las administraciones, según Navarro, quien señala que, de momento, entre las siete organizaciones sociales convocantes de la concentración prestan asistencia a unas 300 personas refugiadas, 60 de las cuales llegaron huyendo de la guerra de Siria y, el resto, proceden de países de África, de Europa del este o de Venezuela.
Por ejemplo, Cruz Roja dispone de 108 plazas en la Región de Murcia, Fundación Cepaim cuenta con unas 110 plazas, Murcia Acoge tiene unas 30 y Accem unas 80 aproximadamente.
En declaraciones a los medios de comunicación, Navarro ha pedido a los gobiernos que "deben de apostar por medidas para ayudar a las personas refugiadas". Y es que "la realidad de las políticas migratorias a escala global, especialmente en Europa, están dejando a muchísimas personas en desamparo, a inmigrantes y refugiados en una situación de extrema desprotección y vulneración de derechos".
Las organizaciones que se han concentrado exigen que los diferentes gobiernos y administraciones públicas adopten cinco medidas de ayuda que pasan por impulsar políticas internacionales y europeas que garanticen el debido cumplimiento de los derechos de las personas refugiadas inmigrantes, así como mejorar el sistema de acogida para asegurar condiciones adecuadas de recepción de acuerdo a los estándares de los derechos humanos.
Asimismo, exigen que se habiliten vías legales y seguras para evitar que las personas tengan que subirse a un bote y que, por consiguiente, puedan perder hasta la vida, y que se garanticen los derechos humanos y proteger a las personas refugiadas inmigrantes en situación de especial vulnerabilidad.
En definitiva, las organizaciones sociales instan a la UE, al Gobierno central y a las diferentes comunidades autónomas que pongan en marcha políticas que no pongan en riesgo la vida de personas refugiadas, según Navarro.
Las organizaciones convocantes de la concentración han elaborado un programa de actividades este martes, con motivo del Día Mundial del Refugiado y, entre ellas, habían previsto la colocación de una serie de sillas en la plaza del Cardenal Belluga en la misma proporción del número de refugiados que deberían llegar al municipio de Murcia, pero Navarro ha lamentado que el Ayuntamiento no lo ha autorizado.
La Coordinadora ONGD Región de Murcia mostrará su queja al Consistorio por ello, según Navarro, quien ha anunciado que hay otras actividades de sensibilización previstas por la Fundación Cepaim y por Amnistía Internacional.
PROTOCOLO DE ACOGIDA
Navarro explica que el protocolo de trabajo con las personas refugiadas es "muy amplio", y comprende desde el momento en el que abandonan sus países de origen. Por ejemplo, la Coordinadora de ONG se centra en garantizar políticas de cooperación al desarrollo, tanto en origen como en tránsito para que las personas tengan que evitar desplazarse "en situaciones muy extremas".
Al llegar a España, son atendidas por organizaciones como Cepaim, Accem o Cruz Roja, que aplican un protocolo más integral que se desarrolla en distintas fases en las que se trabaja, por ejemplo, la empleabilidad de los refugiados o su escolarización. "Hay que tener en cuenta que entre ellos también hay niños que tienen que recibir una educación", explica Navarro, quien añade que se trata de una labor bastante larga y compleja.
El responsable de la Fundación CEPAIM, Juan Antonio Segura, quien ha intervenido junto al miembro de Cruz Roja, Juan Antonio Balsalobre, ha señalado que el trabajo que se realiza en España con las personas refugiadas es "muy integral", y abarca "desde la primera acogida, que consiste en dar calor humano" y, posteriormente, cubre la atención psicológica, jurídica, la escolarización, la atención en español o el acompañamiento para que descubran la ciudad y la Región.
La primera fase de acogida puede durar de seis a nueve meses y, de ahí, se pasa a una segunda fase de integración que puede durar hasta los 18 meses, y una tercera fase de autonomía con la que finaliza el proceso de intervención de las organizaciones sociales. En total, la atención puede durar 24 meses y, en algunas situaciones de especial vulnerabilidad, se puede alargar en el tiempo.
En la primera fase, los pisos de acogida son titularidad de las organizaciones sociales y, por lo tanto, los contratos de arrendamiento y demás son de las propias entidades, mientras que en la segunda fase se facilita el acceso a viviendas cuyos contratos son firmados por las propias personas refugiadas.
Se trata, explica, de avanzar en un proceso de "normalización" porque, desgraciadamente muchas de las personas que llegan a la Región "no tienen un Estado, una ciudad o una vivienda la que regresar, por lo que tenemos que ser conscientes de que van a seguir siendo vecinos nuestros durante bastante tiempo, durante años, hasta que se normalice la situación en su país de origen".
En muchos casos, algunas de estas familias ya han tenido niños que han nacido en la Región y que "también son murcianos".