El titular del juzgado número 5 de Cartagena ha ordenado el ingreso en prisión de los tres sospechosos del clan 'Los Gasolina'
CARTAGENA (MURCIA), 14 (EUROPA PRESS)
La Policía Nacional investiga si en doble crimen producido la semana pasada en el barrio cartagenero de Las Seiscientas se llegaron a detonar las tres escopetas de caza que se incautaron tras unos "exhaustivos" registros en la zona tras el suceso.
El comisario jefe de la Policía Nacional de Cartagena, Ignacio del Olmo, ha explicado que la Policía Científica está realizando pruebas de disparo y están a la espera de conocer un informe técnico pericial sobre este asunto.
El titular del juzgado número 5 de Cartagena ha ordenado el ingreso en prisión de los tres sospechosos del clan 'Los Gasolina', a los que se acusa de homicidio, lesiones y tenencia ilícita de armas, no han declarado ante la policía.
Al respecto, el comisario se ha negado a confirmar para no perjudicar la investigación si los presuntos autores del doble crimen en el que fallecieron dos jóvenes del clan 'Los Salgueros' se entregaron por voluntad propia a la Policía en Madrid o fueron capturados allí por los agentes.
Las escopetas de caza incautadas son del calibre 12/70, se emplean para la caza menor, "fueron sustraídas" y ninguno de los tiradores poseía licencia de armas para emplearlas, ha manifestado Del Olmo. "Hubo tres tiradores, los disparos se producen desde una ventana y desde la calle", ha añadido.
En cuanto a una posible situación de tensión en Cartagena con motivo de este suceso, el comisario ha desmentido que se produzca tal situación, informando que han montado un dispositivo de seguridad ciudadana en el barrio afectado, Las 600, con policía uniformada. Además de eso, han verificado las amenazas que se han difundido, incluso en redes sociales, teniendo en cuenta del "problema de las redes sociales, donde hay versiones y rumores que luego no se han podido verificar".
Asimismo, ha informado de que se ha comprobado que la familia de los presuntos autores ha abandonado el barrio y se ha desplazado a casa de otros parientes; "supongo que es una medida prudente en este momento", ha dicho el comisario alabando la contribución de la asociación de vecinos a la integración de distintos grupos en el barrio.
"Hago una llamada a la tranquilidad y a la cordura, hemos detenido a los autores, es un suceso alarmante pero es un hecho aislado", ha indicado Del Olmo que ha recordado que en los tres años que lleva al frente de la Comisaría Nacional de policía en Cartagena solo se han producido tres homicidios, "es un hecho lamentable, pero fortuito", ha añadido.
El doble crimen de Las Seiscientas se produjo a raíz de un problema de relación de pareja entre miembros de dos familias gitanas. Según el comisario, parece ser que debido a un problema de pareja, la mujer se desplazó con su hijo a la casa de sus padres a Cartagena. La familia del padre del niño trató de mediar para que se acordara un derecho de visita mutuo y "aunque no está claro, parece ser que se intentó forzar a la mujer a que volviera a convivir con el marido".
La consecuencia de esto es que cuando el padre se desplazó a Cartagena a despedirse de su hijo, se originó una discusión que acabó con dos muertes. La familia de los fallecidos no portaba armas de fuego, según el comisario, aunque sí llevaban un bastón, típico símbolo de mando utilizado en estas etnias.
A raíz de ahí, una llamada al '1-1-2' alertó del suceso ocurrido en la plaza de los Derechos Humanos del barrio de Las Seiscientas. Hacia allí se desplazaron unidades de seguridad ciudadana y comprobaron que había dos personas fallecidas. Se montó un dispositivo de seguridad en colaboración con la Policía Local creando un espacio de seguridad para poder atender a dos personas heridas y se aplicó el protocolo de delitos violentos.
El comisario ha añadido que se avisó a la autoridad judicial, a la Policía Científica y a la Policía Judicial para comenzar con las investigaciones. Dichas investigaciones determinaron que habían sido tres los implicados en el crimen, las pesquisas les llevaron a Madrid, donde los detuvieron, aunque aún no está claro si se entregaron o no los sospechosos.