Se han realizado 14 detenciones en locales inspeccionados en Cieza, Abarán, Molina de Segura, Jumilla y Hellín (Albacete)
MURCIA, 12 (EUROPA PRESS)
Agentes de la Policía Nacional ha desmantelado un entramado criminal asentado en Murcia que explotaba a trabajadores de origen Bangladesh. La operación se ha saldado con la detención de 14 personas, con edades comprendidas entre los 20 y 47 años, como supuestos autores de los delitos de favorecimiento a la inmigración ilegal, contra los derechos de los trabajadores, pertenencia a grupo criminal, falsedad documental, usurpación del estado civil y defraudación del fluido eléctrico.
La investigación desarrollada por los agentes especializados de la Policía Nacional permitió conocer la existencia de un entramado criminal asentado en la Región de Murcia, donde favorecían la captación de personas procedentes del sur de Asia, concretamente Bangladesh, para trabajar en locales de kebabs situados en Cieza, Abarán, Molina de Segura, Jumilla y Hellín (Albacete).
Las condiciones de trabajo eran infrahumanas, ya que estaban sometidos a largas jornadas de trabajo durante los siete días de la semana por un sueldo bajo y en muchos de los casos, viviendo en cuartos cerrados de espacios muy reducidos sin luz natural y sin ningún tipo de ventilación, situados en los almacenes de los locales donde trabajaban.
Todo lo anterior motivó una actuación conjunta con la Inspección Provincial de trabajo y Seguridad Social de Murcia en virtud del convenio de colaboración entre el Ministerio de Empleo y Seguridad Social y el Ministerio del Interior sobre coordinación entre la Inspección de Trabajo y Seguridad Social y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en materia de lucha contra el empleo irregular y el fraude a la Seguridad Social.
Los agentes de la Policía Nacional pudieron comprobar que la mayoría de los trabajadores se encontraban en situación irregular en el país y que utilizaban la documentación de otras personas con el consentimiento de estas, que tenían los permisos de residencia, para hacerse pasar por ellos ante una posible inspección usurpando así su identidad, cotizando de esa manera jornadas laborables sin desempeñar las mismas pudiendo y acceder a futuros beneficios.
En el desarrollo de la operación, que contó con la colaboración de la Policía Local de Cieza, fue necesaria la presencia de operarios de la empresa suministrador de energía, ya que dos de los locales situados en Cieza tenían conexiones ilegales a la red eléctrica produciendo una defraudación que ascendía entre ambos a casi 8.500 euros.