La red criminal con base en Alguazas dedicada a la distribución de armas de fuego se había desarticulado ya en 2013

MURCIA, 9 Feb. (EUROPA PRESS) -

La organización criminal asentada en Alguazas dedicada al tráfico de armas, que previamente manipulaban, ya de desarticuló en 2013. No obstante, se tuvo conocimiento de su posible reorganización, lo que ha permitido que nuevamente vuelva a caer dicha red en la operación 'Mortirolo-Remache II', una investigación conjunta de la Guardia Civil y la Policía Nacional que se ha saldado con la detención de ocho personas, siete varones y una mujer, con edades comprendidas entre los 20 y 50 años y de nacionalidad española.

El delegado del Gobierno, Antonio Sánchez Solís, ha resaltado la importancia de dicha operación, que ha permitido hallar nueve armas de fuego, diversa munición y plantas de marihuana, por lo que se le atribuye a la red la presunta autoría de los delitos de tenencia ilícita y tráfico de armas, contra la salud pública, falsedad documental, amenazas y coacciones.

El 'modus operandi', ha explicado Sánchez Solís, consistía en que los ahora arrestados adquirían en armerías de Murcia y de forma legal armas de fogueo y, posteriormente, las manipulaban y artesanalmente las habilitaban como armas de fuego.

En los seis registros domiciliarios practicados en Alguazas (4), Alicante y Zurgena (Almería) se han incautado nueve armas de fuego -cinco escopetas, dos carabinas, una pistola inutilizada y una pistola 9 mm. corto-, cinco cargadores, 1.300 cartuchos de munición de distintos calibres, 130 plantas de marihuana, 11 teléfonos móviles, un inhibidor de frecuencia, un vehículo de gama alta, numerosa maquinaria industrial y 12.000 euros.

La investigación se inició el pasado mes de mayo, cuando ambos cuerpos policiales detectaron la venta de numerosas armas detonadoras (de fogueo) en distintas armerías de Murcia que habían sido adquiridas en un corto periodo de tiempo por un único comprador, quien, además, contaba con antecedentes por delitos de tenencia ilícita de armas.

La Policía Nacional y la Guardia Civil formaron un equipo de trabajo que centró la investigación en este primer sospechoso, sobre el que giraban otra serie de personas, vinculadas a ámbitos delincuenciales y asentadas, principalmente, en el municipio murciano de Alguazas, según informan fuentes de la Delegación del Gobierno.

Las pesquisas practicadas permitieron averiguar que algunos de los sospechosos ya fueron detenidos en 2013 por delitos de tenencia ilícita de armas y pertenencia a organización criminal y que estaban relacionados con dos altercados ocurridos en los meses de septiembre y octubre en los que se utilizaron varias armas de fuego.

Uno de ellos se produjo en una zona de ocio sita en el polígono industrial San Ginés de Alcantarilla, cuando varios individuos se enzarzaron en una discusión que culminó con dos disparos a la puerta de un local nocturno.

El segundo tuvo lugar en las proximidades de un local de hostelería de Alguazas con ocasión de una riña entre varias personas, una de las cuales realizó varios disparos intimidatorios.

Está información permitió constatar que los miembros del grupo criminal se habían reorganizado para retomar sus actividades delictivas de tráfico de armas de fuego y droga y de extorsión, por lo que se dispuso su estrecha vigilancia.

Los investigadores han constatado que el grupo criminal ahora desmantelado no sólo se dedicaba al tráfico de armas, sino que además mantenía en su poder algunas de las pistolas, tanto para su seguridad personal como para intimidar o extorsionar a 'clientes' que habían generado con ellos alguna deuda económica.

El resultado de la investigación fue puesto en conocimiento de la autoridad judicial, quien autorizó los correspondientes mandamientos de entrada y registro en los domicilios investigados de Alguazas (4), Alicante y Zurgena (Almería).

A finales del pasado mes de diciembre y en un amplio dispositivo policial conjunto formado por unidades de investigación, seguridad ciudadana, guías caninos y de desactivación de explosivos, se dio inicio a la fase de explotación de la operación con el objetivo de detener a los miembros del grupo criminal e intervenir las armas que tuvieran almacenadas con el objetivo de evitar futuras acciones delictivas que pudieran ocasionar alguna víctima.