El Guadalentín se hunde a razón de 100 milímetros al año, elevando el riesgo de impacto económico, inundación y para las infraestructuras
MURCIA, 9 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Valle del Guadalentín, en Lorca (Murcia), es la zona de Europa más afectada por la subsidencia del terreno, un fenómeno que consiste en el progresivo hundimiento de la superficie que se debe a la extracción masiva de agua desde el subsuelo. La segunda zona más afectada por este problema en el ámbito de la geografía española es el municipio de Murcia.
En concreto, el Valle del Guadalentín se hunde a razón de 100 milímetros al año, y le sigue Murcia, con unos valores registrados de hasta 7 milímetros por año, según aparece reflejado en estudios realizados con la colaboración de la Universidad de Alicante (UA) y que emplean mediciones por satélite con precisión milimétrica.
El investigador del Departamento de Ingeniería Civil de la Escuela Politécnica Superior de la Universidad de Alicante, Roberto Tomás Jover, alerta sobre el riesgo que para España supone la subsidencia del terreno por la extracción masiva de agua, que genera la consolidación de suelos, dando lugar a asientos del terreno que pueden afectar a las infraestructuras apoyadas en el mismo.
La subsidencia del terreno tiene un gran impacto económico, puesto que puede afectar a infraestructuras lineales, como son el AVE, carreteras, etcétera, y a edificios. Además, al descender la superficie del terreno, aumenta el riesgo de inundación y, en ciudades próximas al mar, el efecto es aún más perjudicial si encima se suma el efecto de elevación del nivel de agua por el cambio climático, según fuentes de la Universidad de Alicante consultadas por Europa Press.
Las deformaciones inducidas por la subsidencia del terreno también producen grietas en la superficie del terreno de gran longitud, algunas de ellas kilométricas, que pueden afectar a multitud de infraestructuras, advierte la institución docente.
MURCIA RECUPERA EL NIVEL ACUÍFERO
La sequía que asoló la Región de Murcia entre los años 1995 y 2008, unida a la sobreexplotación del acuífero, dejó este problema en el área metropolitana. De hecho, Murcia es la ciudad donde más daños ha habido a principios de los años noventa del siglo XX, con 50 millones de euros en costes de reparación debido al hundimiento de la tierra por la sobreexplotación de aguas subterráneas.
Ahora, el último estudio publicado por el grupo de investigación que lidera Jover en la Universidad de Alicante constata cómo, en los últimos años, el terreno ha ido subiendo gracias a la recuperación del nivel del acuífero, al dejar de extraer agua.
El levantamiento del suelo, en cambio, acarrea otro tipo de problemas. Jover explica que "un asiento de más de 2,5 centímetros ya es un problema; otro es el hecho de que no asiente todo por igual" con la consiguiente desviación en altura de una fachada a otra de un mismo edificio. El estudio citado analiza la recuperación de aguas subterráneas que ha ocurrido desde 2008 y, a continuación, determina la razón de la deformación de tierra ocasionada.
Los datos aparecen publicados en el artículo 'Comparison of water-level, extensometric, DInSAR and simulation data for quantification of subsidence in Murcia City (SE Spain)' de la revista científica 'Hydrogeology Journal'.
El investigador cita como ejemplo el caso de la iglesia de Santa Justa y Rufina en Orihuela (Alicante), de la que dice "se tuvo que recalzar" por la subsidencia.
El equipo de investigadores con Jover al frente está estudiando, desde el año 2003, la subsidencia del terreno o progresivo hundimiento de una superficie en las Vegas Baja y Media del Segura. En España existen numerosas regiones afectadas por subsidencia del terreno, especialmente en el sur y sureste, donde la demanda de agua es elevada mientras que los recursos hídricos son más escasos y, por tanto, el déficit de agua se suple con aguas subterráneas.
De todos los casos en estudio, el estudio detalla que el más alarmante es el del Valle del Guadalentín, en Lorca, pues presenta la mayor subsidencia del terreno por extracción de agua de toda Europa.
Sobre el fenómeno lorquino, el grupo de investigación de Jover ha publicado en la revista científica 'Engineering Geology, en 2015, el trabajo Twenty-year advanced DInSAR analysis of severe land subsidence: the Alto Guadalentín Basin (Spain) case study' y tienen, actualmente, un proyecto del Ministerio para estudiarlo.
MEDICIÓN POR SATÉLITE CON PRECISIÓN MILIMÉTRICA
Los grupos de investigación de la UA de Ingeniería del Terreno y sus Estructuras (INTERES), con Jover como investigador principal, y el de Señales, Sistemas y Telecomunicación, con el profesor Juan Manuel López Sánchez como investigador principal, están usando la Interferometría SAR (INSAR) desde el año 2003 para estudiar la subsidencia del terreno en las Vegas Baja y Media del Segura.
Los expertos han realizado un estudio mediante Interferometría SAR (INSAR), técnica que permite detectar con precisión milimétrica desplazamientos de la superficie de la tierra a lo largo del tiempo gracias al uso de sensores remotos sobre plataforma espacial, es decir, tomando datos desde satélites que orbitan a más de 700 kilómetros de distancia de la tierra. En concreto para este caso, han empleado satélites de la Agencia Espacial Europea (ESA) y de la Agencia Espacial Alemana (DLR).
Los trabajos de subsidencia del terreno que han llevado a cabo en España se han desarrollado gracias a la colaboración entre los grupos de investigación de la UA de Ingeniería del terreno y sus Estructuras (INTERES), dirigido por Roberto Tomás Jover; Señales, sistemas y telecomunicación, al frente del cual está Juan Manuel López Sánchez; y Geohazards InSAR laboratory and Modelling Group, dirigido por Gerardo Herrera del Instituto Geológico y Minero de España (IGME).
Asimismo, ha colaborado la Unidad Asociada de investigación de movimientos del terreno mediante interferometría radar (UNIRAD), entre la UA y el y el Instituto Geológico y Minero de España (IGME), que dirige Gerardo Herrera por el IGME y Roberto Tomás por la UA, y del que también forma parte Juan Manuel López.
Tal y como apunta Roberto Tomás, "se trata de grupos multidisciplinares, expertos en SAR, georiesgos, modelización e ingenería civil, que colaboran activamente desde 2002".
El investigador de la UA revela que "ahora mismo tenemos dos proyectos del Ministerio activos, en cuyo marco estamos monitorizando y modelizando la subsidencia del terreno en Orihuela, Murcia y el Valle del Guadalentín mediante interferometría SAR (InSAR), además de estar evaluando el efecto sobre las edificaciones y otras infraestructuras".
Otros casos de estudio que están desarrollando este equipo multidisciplinar son Orihuela, con valores registrados de cinco milímetros al año; el norte de Madrid, donde se da subsidencia durante periodos de extracción, que se recupera casi totalmente cuando cesa el bombeo; y algunas zonas de Barcelona, como son El Vallés y Santa Perpetua de Mogoda, con tasas máximas de 6-10 milímetros al año.
Dada la importancia del problema, la UNESCO creó el 'Working Group on land Subsidence', del que es miembro el investigador de la UA. En el mundo existen más de 150 grandes ciudades afectadas por el fenómeno de la subsidencia del terreno, confirma el investigador.
Entre los ejemplos a destacar se encuentran China, así como México, con valores registrados de hasta 280 milímetros por año, el Valle de San Joaquín (Estados Unidos), con subsidencia de hasta 270 milímetros por año y Yakarta, con valores de hasta 260 milímetros por año, donde superan los datos detectados en Pekín.
El investigador confiesa que, dado que el problema en España empieza a ser preocupante, "también hemos creado un subgrupo dependiente del grupo de subsidencia de la UNESCO en el que participan expertos e investigadores de toda España y que lidero".