15M.- Hereu comparte la indignación pero avisa de que no permitirá una acampada permanente

Reivindica que él también ha sufrido los tejemanejes financieros causantes de la crisis.

BARCELONA, 18 May. (EUROPA PRESS) -

El alcalde de Barcelona y candidato socialista a la reelección, Jordi Hereu, se ha adherido a la indignación de quienes protestan en la plaza de Cataluña con la 'Acampada por la Dignidad', pero no permitirá una acampada "indefinida en el espacio público con elementos estables".

"Deberemos hacer cumplir las normas. Acampadas sin ninguna limitación no se pueden permitir", ha avisado Hereu, ya que las normativas municipales impiden acampar en la vía pública, y ha aceptado las concentraciones como una fórmula para canalizar esta indignación.

Lo ha afirmado al preguntársele este miércoles en rueda de prensa de presentación de sus políticas de empleo, después de que el propio Hereu haya vuelto a afirmar que entiende "perfectamente a la gente que no ve un horizonte claro, sino un muro" ante los efectos de la crisis.

Precisamente la elevada tasa de desempleo juvenil ha motivado a los jóvenes a salir a la calle, aunque también el rechazo a los recortes, y la demanda de una justicia económica y social, y una política sin corrupción, y han advertido de que la acampada se mantendrá de forma indefinida.

Para Hereu, el problema es que pese a las buenas palabras de que se refundaría el capitalismo, lo cierto es que desde que empezó la crisis hace tres años y medio las reglas del juego siguen siendo las mismas, de forma que ha abogado por que el grito de indignación se vertebre en un movimiento que "le dijera al nivel más global que a partir de ahora se cambian las reglas del juego".

"Sí que me adhiero a la indignación, me ha tocado como alcalde vivir con el resto de ciudadanos los efectos de estos tejemanejes --'tripijocs'-- financieros", ha subrayado, y ve legítima la reivindicación pero preocupante que sólo acabe canalizándose en un discurso de la antipolítica del que, en su opinión, no surgirá ninguna solución.

Ha reivindicado su labor en la lucha contra la crisis, pero ha resaltado que un alcalde no puede arreglar el mundo, y que ya le gustaría que las administraciones superiores tuvieran la actitud de Barcelona de no haber dejado que sólo el mercado construya ciudad, siendo la "antítesis" de los movimientos de desregulación y especulativos que han provocado la crisis.

"Lo que deseo son respuestas de otros niveles políticos porque tienen más responsabilidad, y más capacidad, desde Nueva York , Bruselas, Madrid y el otro lado de la plaza de Sant Jaume. Ya me gustaría que todos tuvieran la actitud de esta ciudad; otro gallo cantaría", ha sentenciado.

Ha insistido en que la indignación debe expresarse a través de la política democrática para poner limitaciones al mercado global, ya que ha defendido que sólo a través de ella se han realizado reformas y lo demás no lleva a ninguna parte, y ha lamentado que "falta más internacionalismo del de verdad".

Hereu espera que el movimiento no se diluya, sea escuchado por los políticos, pero que no sea "manipulado".