MADRID 17 Abr. (EUROPA PRESS) -
Un total de 149.513 inscritos de Podemos, el 37% de los 393.538 que estaban llamados a votar, han participado en la consulta que el partido morado puso en marcha entre el jueves y este sábado para fijar su postura en la recta final de las negociaciones para formar gobierno.
Estos 149.513 votantes representan, sin embargo, el 72% del censo de simpatizantes "activos" --un total de 204.906-- que Podemos ha comenzado a contabilizar ahora con el objetivo de conocer la participación "sobre una base real", según explicó el partido morado; una cifra que ha calculado sumando los inscritos que han entrado en la web de participación durante el último año y los que han participado en esta votación.
El partido de Pablo Iglesias era consciente de que el sistema de inscripción para votar en sus procesos internos, que no lleva aparejado el pago de ninguna cuota ni ninguna obligación con el partido, ha generado un censo de casi 400.000 inscritos que no se corresponde realmente con el volumen de militantes que participa activamente y de forma habitual en la formación morada.
Por ello, con motivo de esta consulta han decidido introducir este nuevo criterio, en previsión de que la cifra de participación de la consulta que marcará su postura final en las negociaciones fuera muy baja en comparación con el número total de inscritos, como venía ocurriendo en los últimos procesos internos puestos en marcha por la formación.
Por ejemplo, frente a los 107.488 que votaron en la elección de Iglesias como secretario general en noviembre de 2014, la participación en las primarias de julio de 2015 para configurar las candidaturas de las elecciones generales bajó hasta los 59.280 votantes, en un momento en el que el censo de inscritos superaba ya los 380.000; es decir, apenas un 15% de participación.
El propio secretario Político, Íñigo Errejón, ya argumentó en vísperas de esta consulta, para justificar una posible baja participación, que el censo de inscritos del partido "no es de militantes" sino de "gente a la que no se le pide que esté de acuerdo con Podemos en todas las cosas ni que vote podemos siempre, sino que simplemente quiere participar" en los procesos internos.
"Por tanto, es un censo muy amplio y muy heterogéneo", explicó Errejón en declaraciones en el Congreso, restando así importancia a una posible baja participación en la consulta que servirá a Podemos para justificar su rechazo a permitir un Gobierno de PSOE y Ciudadanos, si como es previsible las bases respalda la postura de la dirección nacional.
LOS RESULTADOS, EL LUNES 18
En concreto, Podemos ha planteado a sus militantes las dos siguientes preguntas: "¿Quiere un gobierno basado en el pacto de Rivera y Sánchez?", por un lado, y "¿Estás de acuerdo con la propuesta de gobierno de cambio que defienden Podemos, En Comú Podem y En Marea?", por otro. Los resultados, que marcarán la estrategia a seguir a partir de ese momento, se harán públicos el día 18.
La dirección nacional de Podemos lleva haciendo campaña por el 'No' al gobierno PSOE-Ciudadanos y el 'Sí' a seguir apostando por el ejecutivo 'a la valenciana' desde que el líder del partido, Pablo Iglesias, anunciara el sábado 2 de abril su intención de dejar esta decisión en manos de sus simpatizantes.
Una semana después, Iglesias concretó los detalles de la consulta, tras salir "decepcionado" de la reunión 'a tres' que el equipo negociador de su partido, que él lideraba, mantuvo con los del PSOE y Ciudadanos. Según Iglesias, el "inmovilismo" de ambas formaciones impidió avanzar en la que a su juicio es la única alternativa viable para formar un gobierno sin el PP, que saque a Mariano Rajoy y sus políticas de La Moncloa, que es la del Ejecutivo 'a la valenciana'.
En el caso de que las bases contradigan la postura de la dirección y decidan permitir un gobierno basando en el pacto PSOE-Ciudadanos, Podemos ha reconocido que "la dirección completa quedaría desautorizada" y que, por lo tanto, tendría que replantearse su estrategia y asumir las "responsabilidades" que haga falta.
No obstante, no es previsible ya que, tal y como ha ocurrido en anteriores procesos internos, cada vez que Iglesias ha manifestado sus preferencias, las bases le han respaldado.