Advierte de que por ahora la exsecretaria general sólo ha asumido una responsabilidad a nivel interno por espiar a compañeros de partido
MADRID, 5 Nov. (EUROPA PRESS) -
La exsecretaria general del PP María Dolores de Cospedal debe dejar su acta de diputada después de conocerse, a través de unas conversaciones grabadas por el comisario jubilado y en prisión José Villarejo que intentó obstruir la investigación judicial abierta en torno a la trama Gürtel de corrupción en el PP.
Es la opinión expresada este lunes por el ministro de Fomento y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, que ha calificado de "gesto menor" su decisión de abandonar su puesto actual en la dirección nacional del partido.
A juicio del dirigente socialista, su salida de la dirección del partido sólo implica asumir una responsabilidad de tipo "interna" por los trabajos que le encargó en 2009 a Villarejo para que espiara a un compañero de partido como el por entonces senador y presidente del PP andaluz Javier Arenas.
"Me llama mucho la atención que investigara al presidente del partido en Andalucía. Más me llama la atención que encima quería hacerlo barato. Mucho compañerismo no parece haber", ha comentado Ábalos, advirtiendo de que si estás dispuesto a investigar "a los tuyos" qué cabe pensar que estarías dispuesto a hacer con tus adversarios.
El 'número tres' del PSOE considera que el PP de Pablo Casado, que se apunta a "pedir dimisiones a la primera", debería exigirle a Cospedal que asuma su responsabilidad en primera persona renunciando a su acta de diputada "si quiere ser mínimamente coherente".
Los audios de Villarejo difundidos por el confidencial 'Moncloa.com' han demostrado, ha alertado Ábalos, cómo Cospedal, por entonces secretaria general del PP, estaba "implicada" con Villarejo, a quien encargaba trabajos remunerados por intentar "limitar la acción policial" en relación con la investigación de la trama Gürtel, pretendiendo salvar o condenar a determinados cargos del PP por este caso de corrupción.
En cualquier caso, y a través de Villarejo, Cospedal y su marido pretendieron "entorpecer la acción de la justicia" no para defenderse de un hecho que no reconocían, sino con el objetivo de "obstruir la acción de la justicia" aun cuando "reconocían" la comisión de un "hecho punible".
Este comportamiento, al que se unen los encargos a Villarejo para investigar a adversarios políticos y sus familiares, no le permite a Cospedal seguir desarrollando su actividad de diputada "con la ejemplaridad debida". Cospedal aún debe asumir su responsabilidad para con la ciudadanía, la justicia, la policía, las instituciones cuyo trabajo ella trató de obstaculizar, a juicio de Ábalos.