VALLADOLID, 19 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Audiencia de Valladolid dictó sentencia absolutoria en el caso del hombre de 44 años, C.R.C, que en febrero de 2009 fue detenido acusado de un delito de tráfico de drogas, parte de las cuales, en concreto casi 40 gramos de anfetaminas, fueron halladas ocultas en el congelador de su casa.
En su fallo, la Sala, frente a los tres años y dos meses de cárcel--le aplicaba la atenuante de drogadicción--y el pago de una multa de 1.500 euros solicitados por el Ministerio Fiscal, acordó absolver al procesado al aplicarle el principio 'in dubio pro reo', dadas las dudas no disipadas de si la sustancia ocupada era para autoconsumo o para venderla a terceras personas, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.
El ahora absuelto fue detenido a raíz de la denuncia presentada por su entonces novia tras una discusión de pareja. Así consta en el atestado policial y fue ratificado por el agente que intervino como instructor, quien, durante el juicio, reconoció que el procesado no estaba bajo sospecha de dedicarse al tráfico de drogas y que su detención estuvo directamente relacionada con la denuncia de que fue objeto por parte de su entonces pareja, que además de asegurar que la estaba pegando le acusó de guardar en casa una importante cantidad de droga.
Ante la denuncia, una patrulla se desplazó hasta la vivienda de ella y detuvo al acusado en la calle Lepanto, momento en el que se le intervino una piedra de hachís con un peso de 0,28 gramos que ocultaba en un paquete de tabaco, y más tarde, fruto de un registro en su domicilio, la policía halló en el congelador 39,50 gramos netos de anfetaminas, con una pureza del 1,30 por ciento, así como cinco recortes de plástico, dos de ellos circulares, uno con forma de atadillo y dos semicirculares, 530 euros en diversos tipos de billetes, una báscula de precisión marca Tanita y otros cinco recortes plásticos
En su declaración en el juicio, el acusado, que se dedica a la serigrafía y toca en un grupo musical, alegó que la droga intervenida era exclusivamente para su autoconsumo, dada la politoxicomanía que padecía y que le llevaba a consumir a diario un gramo de speed, de ahí, según precisó, que comprara cantidades mayores porque así le salía más barato y le duraban las provisiones casi un mes.
De hecho, al acusado se le efectuó un análisis de cabello que puso de manifiesto un consumo repetido de anfetamina y hachís en los cinco o seis meses anteriores al corte, que tuvo lugar el 22 de marzo del pasado año, ingesta que, según entendía la acusación pública, llevó a C.R.C. a cometer los hechos por los que fue juzgado.
Frente a la condena solicitada por el Ministerio Fiscal, el letrado defensor había pedido a la Sala, como así ha ocurrido finalmente, una sentencia absolutoria basado en el autoconsumo y la mínima pureza de la cantidad de sustancia aprehendida.