Sostiene que con una "defensa civil" se podría sustituir el trabajo de la tropas armadas
BARCELONA, 27 Nov. (EUROPA PRESS) -
Un grupo de activistas por la paz han presentado este miércoles un informe que defiende que una eventual Cataluña independiente ofrecería la oportunidad para crear un Estado con una nueva cultura de defensa y seguridad, "sin ejército" y fuera de la OTAN.
'Catalunya, nación de paz. Cómo enfocar la seguridad y la defensa en un nuevo Estado de Europa' es un documento abierto a la reflexión que está impulsado por 18 personas vinculadas a movimientos por la paz, como las que han presentado públicamente el trabajo: el presidente de Nova-Innovació Social, Martí Olivella, el presidente de FundiPau, Xavier Masllorens, y la activista del Centro Delàs d'Estudis per la Pau Gabriela Serra.
La principal tesis del estudio, que es fruto del trabajo y el debate de meses entre los 18 impulsores, es que la mayoría de amenazas a la seguridad de un Estado y sus ciudadanos no se solucionan con un ejército, por lo que un país es más seguro con una "defensa civil" que con una defensa armada.
Además, sostienen que prescindir de un ejército serviría para desterrar la "cultura de la violencia por la cultura de la paz", y aseguran que tareas tradicionalmente vinculadas a este cuerpo armado podrían ser asumidas perfectamente por otros cuerpos, como Protección Civil, los bomberos o la policía.
Ahora los impulsores buscan el apoyo de la sociedad a su estudio, encontrando nuevas adhesiones que lo avalen y que planteen aportaciones, y ya lo han enviado a la presidenta del Parlament, Núria de Gispert, para que lo entregue a los partidos, al Consell Assessor per a la Transició Nacional y a la Assemblea Nacional Catalana (ANC), entre otros.
Para Olivella el documento transmite que sería "un grave error" crear un ejército, y es importante propugnarlo ahora para que esta idea cale entre la población y las instituciones y, así, sea asumida cuando Catalunya inicie su proceso constituyente para convertirse en un nuevo Estado.
Serra ha defendido que los tres pilares que hay que garantizar a los ciudadanos --una vida digna, estima y respeto, y libertad-- pueden impulsarse con medidas políticas, legislativas y económicas, y nunca ninguna de ellas se puede solucionar con la "fuerza armada".
Masllorens ha considerado que el papel de los ejércitos en los estados europeos en el siglo XXI "está desenfocado" y se les atribuyen funciones como la lucha contra la pobreza extrema, la vigilancia fronteriza, la colaboración en catástrofes naturales o la ayuda humanitaria que podría asumirse desde otros frentes.
Sobre la presencia de Catalunya en la OTAN, el trabajo concluye que lo prudente es quedarse al margen y, a cambio, buscar "alianzas con países" que apoyan una refundación de Naciones Unidas que permita la creación de cuerpos de seguridad de nueva concepción y propios (cascos azules) y no cuerpos cedidos por los Estados.
Serra ha sostenido que otros dos elementos refuerzan la tesis de salir de la OTAN: que en el referéndum de 1986 sobre la adhesión España, en Catalunya el 'no' obtuvo mayoría, y que desde 1999 la organización puede impulsar acciones militares en otros territorios sin pasar por Naciones Unidas.
NI REGALADO
El informe no contempla, como argumento en contra de crear un ejército, el coste que supondría para las arcas públicas, y Masllorens ha argumentado que fuera cual fuera sería un "gasto obsoleto, ineficaz e ineficiente" para los ciudadanos.
Serra ha defendido que el posicionamiento de los activistas es que no quieren un ejército "ni regalado", ya que la oposición a esta forma de seguridad y defensa es un cuestión moral y cultural, no basada en una análisis de coste-beneficio.