El ministro asegura que el gas argelino está garantizado y remite a Marruecos para la vuelta de su embajadora a Madrid
MADRID, 4 Nov. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, José Manuel Albares, ha reconocido que el Gobierno sigue "con preocupación" los últimos acontecimientos en el Magreb, después de que Argelia haya acusado a Marruecos de matar a tres camioneros argelinos, y ha asegurado que trabajará para evitar "una escalda" entre estos dos "socios estratégicos" de España.
En declaraciones en el Congreso de los Diputados, Albares ha indicado que el Gobierno está "recabando información" después de que la víspera la Presidencia argelina acusara a Marruecos del "cobarde asesinato" de tres camioneros mientras circulaban entre la capital mauritana, Nuakchot, y la ciudad argelina de Uargla en un "bombardeo". "Su asesinato no quedará impune", aseguró Argel, sin que por ahora Rabat se haya pronunciado al respecto.
"Seguimos con preocupación cualquier cosa que pueda afectar a dos socios estratégicos que además son fundamentales para la estabilidad y la prosperidad en el Mediterráneo, que es lo que quiere España", ha reconocido el ministro.
En este sentido, ha dejado claro que el Gobierno sigue de cerca la situación, estará en todo momento "del lado de la desescalada" y por tanto trabajará "en todo lo que esté en nuestras manos para que no se produzca una escalada".
MOMENTO DELICADO CON ARGELIA Y MARRUECOS
La escalada entre Argelia y Marruecos se produce en un momento delicado para España en su relación con los dos países, a los que como ha recordado Albares, además de vecinos se les considera "socios estratégicos".
La crisis abierta con el reino alauí por la acogida del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, y la negativa a reconocer como marroquí el Sáhara Occidental aún no se ha cerrado, pese a que desde el Gobierno aseguran que perciben "señales positivas" del otro lado del Estrecho y que Mohamed VI expresó en agosto su voluntad de abrir una nueva etapa.
Marruecos llamó a consultas a su embajadora en Madrid, Karima Benyaich, el 18 de mayo, en plena entrada masiva de migrantes en Ceuta facilitada por la pasividad de las fuerzas marroquíes, y esta aún no ha regresado a su puesto.
Preguntado por esta cuestión expresamente, Albares ha sostenido que su vuelta es "una decisión que depende exclusivamente de Marruecos". Los nombramientos y retiradas de embajadores, ha insistido, son "una decisión soberana de cada país".
El ministro tuvo ocasión de charlar brevemente por teléfono con su homólogo marroquí, Nasser Bourita, a finales de septiembre y ambos quedaron en verse en persona "próximamente", sin que por el momento se haya producido ese encuentro. Los dos países tienen pendiente desde diciembre de 2020 una cumbre bilateral, aplazada inicialmente por la pandemia.
EL GAS ARGELINO, GARANTIZADO
Por lo que se refiere a Argelia, principal valedor a nivel internacional del Frente Polisario que controla la autoproclamada República Árabe Saharaui Democrática (RASD), el Gobierno acaba de recibir garantías de que cubrirá el suministro de gas pese al cierre del gasoducto Magreb-Europa.
El Gobierno argelino ha dicho que ahora el suministro se hará a través del gasoducto Medgaz, que une al país norteafricano con España, completándolo con cargamentos de gas natural licuado (GNL) en barco. Argelia suministraba a España a través de los dos gasoductos aproximadamente el 49% del gas que consume el país.
Albares ha vuelto a reafirmar dichas garantías, que le hicieron llegar tanto a él como a la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, las autoridades argelinas durante sus visitas a Argel en las últimas semanas. "No hay ninguna posibilidad de que el suministro de gas argelino no llegue a España porque está totalmente garantizado por los suministradores, Sonatrach y el Gobierno de Argelia", ha rematado.