El ministro se verá con su homólogo argelino y mantendrá un encuentro con empresarios españoles en el país
MADRID, 11 Feb. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, viaja este lunes a Argel invitado por su homólogo argelino, Ahmed Attaf, para pasar definitivamente página a la crisis diplomática y relanzar la relación económica, en pleno deshielo de los intercambios comerciales entre los dos países.
Casi dos años después de que el apoyo del Gobierno al plan de autonomía marroquí para el Sáhara provocara la retirada del embajador argelino en Madrid, Albares llega a la capital argelina para iniciar una nueva etapa en la relación bilateral, después de que Argel finalmente haya decidido dar por superado el desencuentro.
La agenda del viaje incluye una reunión con su homólogo argelino, así como un encuentro con empresarios españoles presentes en el país magrebí y otro con hispanistas, según han precisado fuentes diplomáticas a Europa Press, que no han querido dar más detalles sobre los asuntos que el ministro abordará con sus interlocutores.
Argelia, principal valedor de las tesis del Frente Polisario, llamó a consultas a su embajador el 19 de marzo de 2022 molesta por el respaldo explícito del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al plan de autonomía marroquí para el Sáhara, después de que en una carta remitida a Mohamed VI, que desvelada por Rabat, aseguraba que es "la base más seria, creíble y realista" para resolver el conflicto.
En junio, tras constatar que el Gobierno no iba a revertir este giro en su posición tradicional, pese a las críticas desde todo el arco parlamentario, incluidos sus socios de coalición, el presidente argelino, Abdelmayid Tebune, ordenó suspender el Tratado de Amistad.
A renglón seguido, la Asociación Argelina de Bancos y Entidades Financieras (ABEF) dio instrucciones de que se suspendieran todas las operaciones bancarias relacionadas con las importaciones y las exportaciones con España.
COMERCIO PARALIZADO
Aunque el Gobierno argelino dijo posteriormente que esta orden se había revertido, lo cierto es que el comercio entre los dos países quedó prácticamente paralizado, con las consiguientes pérdidas para las empresas españolas con intereses en el país magrebí.
El Gobierno, a través de Albares, reaccionó de forma inmediata y puesto que las competencias comerciales están cedidas a Bruselas, se desplazó a la capital europea para recabar el apoyo de la Comisión Europea, que se reservó la posibilidad de actuar al respecto si las medidas emprendidas contra España eran contrarias al Acuerdo de Asociación. No obstante, en los más de 18 meses transcurridos el Ejecutivo comunitario no ha emprendido ninguna actuación.
A pesar que los intercambios comerciales se vieron duramente castigados, el suministro de gas nunca se ha interrumpido. Ya desde un primer momento Tebune dijo que Argelia cumpliría los contratos firmados y el Gobierno español no ha escatimado elogios en todos estos meses al respecto, subrayando que es un socio fiable.
En el plano político, no se produjeron gestos de calado hasta que en noviembre Argelia solicitó el plácet para su nuevo embajador, paso previo al regreso de su representante a Madrid y una señal de que el Gobierno argelino quería pasar página al desencuentro.
La decisión vino motivada, según explicó posteriormente el ministro de Exteriores argelino en una entrevista en Al Yazira, por la postura expresada por Sánchez respecto al Sáhara en su intervención ante la Asamblea General de la ONU el pasado mes de septiembre, ya que a su juicio hubo un "cambio" de posición.
Entonces, el presidente del Gobierno no mencionó el plan de autonomía marroquí y se limitó a apoyar "una solución política mutuamente aceptable en el marco de la carta de Naciones Unidas y las resoluciones del Consejo de Seguridad".
REGRESO DEL EMBAJADOR
Así las cosas, el nuevo embajador argelino, Abdelfetá Daghmun, llegó a Madrid el pasado 14 de diciembre, paradójicamente coincidiendo con la visita que realizó ese día Albares a Rabat para reunirse con su homólogo marroquí, Naser Burita.
La llegada de 2024 ha traído buenas noticias en el plano comercial. Así, el 14 de enero la ABEF anunciaba a sus socios que se autorizaba la importación de productos avícolas, en concreto pollitos de engorde, pollitas ponedoras y huevos destinados a la incubación, mientras que el 5 de febrero dio luz verde a la entrada en el país de carne roja procedente de España.
La elección de estos dos sectores por las autoridades argelinas no es casual. Ambos productos son muy demandados y habían experimentado una fuerte subida de precios. Ante la proximidad del Ramadán, el mes sagrado de ayuno, el Gobierno ha querido garantizar el suministro con la entrada desde España.
Por otra parte, el Ejecutivo argelino también ha tenido un gesto en favor de España en su particular pulso con Marruecos. El 10 de enero la ABEF prohibió la domiciliación de contratos de transporte de mercancías que prevea el transbordo o tránsito por puertos marroquíes.
Esta medida buscaba perjudicar en particular al puerto de Tanger-Med pero ha tenido como beneficiarios indirectos a los puertos españoles, puesto que algunas de las grandes empresas de transporte de mercancías ya han dado instrucción de desviar sus barcos hacia a España en lugar de hacer escala en Marruecos.
No obstante, las autoridades argelinas también han adoptado otra medida que perjudica a algunas empresas españolas. En concreto, se ha prohibido la importación de productos cerámicos y de mármol acabados en el marco de las medidas que el Gobierno argelino ha venido adoptando con vistas a reforzar e impulsar la producción nacional.