Recuerda que Pedro Sánchez llegó para acabar con la corrupción "endémica del PP", al ser preguntada por un posible caso en el PSPV
MADRID, 30 May. (EUROPA PRESS) -
La ministra de Educación, Pilar Alegría, ha eludido hoy hablar de una posible crisis de Gobierno tras las elecciones andaluzas del próximo 19 de junio y ha mostrado su convencimiento de que la ciudadanía andaluza va a apoyar más a un Gobierno progresista que a uno "liderado por la ultraderecha". También ha dicho desconocer las informaciones que apuntan a un posible caso de corrupción en el PSPV, pero ha recordado que Pedro Sánchez llegó para acabar con la corrupción endémica del PP.
Alegría ha intervenido en los Desayunos Informativos de Europa Press donde ha eludido responder a la pregunta de si serían posibles cambios en el Ejecutivo o un cierto "reseteo de la Legislatura" si el PSOE no logra ganar y formar Gobierno como apuntan las encuestas.
Ante esta cuestión, la ministra ha respondido que a pesar de la Legislatura "un tanto complicada" de las dificultades y "turbulencias" por la pandemia, la guerra en el corazón de Europa y "crisis de todo tipo", el Gobierno tiene claro que su objetivo va a ser seguir aplicando políticas que mejoren la vida de la gente.
Y ha insistido que los andaluces primero tienen que hablar pero ha recalcado que "al margen de lo que suceda", el objetivo del Ejecutivo es ese, es la "hoja de ruta de la gente".
Además, se ha mostrado convencida de que a pesar de los momentos difíciles que se están viviendo, el Gobierno se siente "respaldado y apoyado" por que los ciudadanos saben que ha puesto sobre la mesa medidas para salvar vidas y empleos en todo este periodo de Legislatura.
Dicho esto, se ha mostrado "confiada" en que los ciudadanos andaluces van a ir a votar un Gobierno progresista en lugar de uno "liderado por la ultraderecha".
Por lo tanto, no ha querido ponerse en el escenario que dibujan las encuestas. "La ciudadanía andaluza va a apoyar más a un Gobierno progresista que a uno liderado por la ultraderecha", ha exclamado al tiempo que dejaba claro que las opciones son, según su punto de vista, un Gobierno que trabaje por ampliar los derechos o uno con Vox como en Castilla y León, cuyas políticas, ha dicho, se están viendo ya. Y en este contexto, ha recordado la forma en la que el vicepresidente de esta autonomía habló la semana pasada a una procuradora del PSOE con discapacidad.
Pilar Alegría ha dicho entender que la ciudadanía mire las encuestas pero cree que hay que dejar que la gente hable el día 19 de junio. Ha recordado, en este sentido, que muchas veces las encuestas han apuntado unos resultados que luego no han tenido nada que ver con los resultados finales. Así, ha puesto el ejemplo de Castilla y León, donde los sondeos en los últimos comicios autonómicos apuntaban a una mayoría absoluta del PP y sin embargo, no fue así y "por primera vez" se dio entrada a un partido de la ultraderecha en el Gobierno regional.
Y en el caso de Andalucía, cree que el PSOE andaluz unido es una "máquina imparable". Así, considera que si el 19 de junio "la ciudadanía sale a votar y no se queda en casa" las encuestas "quizás tengan mucho que rectificar".
LA HOJA DE SERVICIOS DE SÁNCHEZ: ACABAR CON LA CORRUPCIÓN
La ministra de Educación también ha dicho desconocer una información publicada hoy por el diario El Mundo, que apunta a un posible caso de corrupción en el Partido Socialista de la Comunidad Valenciana según la cual decenas de facturas apuntarían a sobornos de cargos del PSOE y a una posible financiación ilegal del partido en la región.
"Desconozco esta información, no he tenido oportunidad de leer lo que dice el diario El Mundo", ha respondido Pilar Alegría. Pero ha querido recalcar que la llegada al Gobierno de Pedro Sánchez se planteó con dos objetivos, uno de ellos era dar soluciones reales a los problemas de la gente y el otro "acabar con la corrupción endémica que arrastraba el PP".
Ha expuesto que precisamente esos dos planteamientos fueron la "hoja de servicios" que posibilitó al PSOE contar con el apoyo mayoritario de la ciudadanía en las contiendas electorales.