No aceptará que, con la Ley de Acción Exterior, exista la "obligación de portarse bien" y que quiera "encorsetar" la actuación de Cataluña
BARCELONA, 1 Mar. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Generalitat, Artur Mas, considera "fuera de lugar" que el Consejo de Ministros de este viernes acordara recurrir al Tribunal Constitucional (TC) la declaración de soberanía que el Parlamento catalán aprobó en enero, y ha emplazado al Gobierno central a cambiar su actitud y dialogar.
"La conclusión es que, cuanto más avanza la democracia española, menos base auténticamente democrática tiene", ha dicho al preguntársele en rueda de prensa sobre el informe del Consejo de Estado que aprecia fundamentos jurídicos para recurrir la declaración.
Mas, que este viernes se ha reunido en la Generalitat con el primer ministro de Gales (Reino Unido), Carwyn Jones, ha señalado que la declaración de soberanía no tiene valor jurídico y que la autodeterminación es un derecho "inalienable".
Ha lamentado que el Estado diga que quiere dialogar con la Generalitat, porque "la vía de los hechos demuestra que no es cierta" esta intención, y también ha destacado que, en otras ocasiones desde el restablecimiento del autogobierno en la Transición, el Parlamento catalán ha aprobado declaraciones a favor de la autodeterminación que nunca se recurrieron.
"PORTARSE BIEN"
En cuanto al proyecto de Ley de Acción Exterior que el Consejo de Ministros aprueba este viernes, ha asegurado que la Generalitat continuará con su estrategia y que el Gobierno de la Generalitat informa al Estado de sus contactos y acciones internacionales, como seguirá haciendo, pero no aceptará que exista la "obligación de portarse bien".
Mas ha asegurado que no aceptará una ley que quiera "encorsetar" la acción exterior de la Generalitat, porque es imprescindible actuar, especialmente en el actual contexto de crisis económica.
"¿Qué pasaría en Cataluña si no tuviera una economía orientada hacia el exterior?. La recesión económica sería el doble", ha señalado Mas, y ha asegurado que la internacionalización no obedece a ningún capricho, sino que es una obligación de los poderes públicos.