MADRID 20 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Audiencia Nacional (AN) juzga este martes a A. Hussein, un presunto yihadista que se definía como "un lobo solitario", que "se autocapacitó para realizar acciones terroristas" y que había "decidido pasar a la acción", llegando incluso a intentar "acercarse al territorio controlado por el DAESH".
En su escrito de acusación, recogido por Europa Press, la Fiscalía pide que sea condenado a cuatro años de prisión por un delito de autoadoctrinamiento y autocapacitación terrorista y a otros tres años de cárcel por un delito de enaltecimiento terrorista. Además, solicita que se le impongan 16 años de libertad vigilada.
El Ministerio Público explica que Hussein, en prisión provisional desde junio de 2022, llegó a España en noviembre de 2018 y se estableció de forma definitiva en 2021. En ese proceso, sufrió "un proceso de progresiva radicalización a través de internet, durante el cual adoptó la idea de la yihad violenta y se autocapacitó para realizar acciones terroristas, habiendo finalmente decidido pasar a la acción".
La Fiscalía señala que en 2022 el acusado buscó detalles sobre el atentado realizado en un carnaval en Bélgica en el que un terrorista atropelló a un grupo de entre 150 y 200 personas; 6 fueron asesinadas. A partir de ese momento, empezó a indagar en la forma de alquilar una furgoneta o un monovolumen, relata el escrito.
"Con anterioridad, ya en el año 2015 fue sorprendido en la frontera de Turquía con Bulgaria en compañía de tres personas", relata la Fiscalía. Una de ellas fue reclamada por las autoridades noruegas por su supuesta participación en un atentado perpetrado en junio de 2022 en un pub LGTBI situado en Oslo.
Pero, además, el acusado también estaba "en compañía de una persona considerada autora de un ataque terrorista a una comisaría de policía en Chechenia". Asimismo, relata la Fiscalía, Hussein "volvió a intentar acercarse al territorio controlado por el DAESH en octubre del año 2020, "donde se reflejan conversaciones de mensajería sobre el deber de migrar a un país musulmán". "Seguidamente, trato de comprar un inmueble en Turquía, país en aquel momento fronterizo con la zona ocupada por el DAESH", añade.
Tras la entrada y registro en su vivienda, situada en Alicante, los investigadores encontraron en su teléfono más de 157.800 archivos multimedia, compuestos por imágenes, videos y audios, y más de 1.100 documentos, muchos de los cuales se correspondían "en su mayoría con publicaciones dimanantes de medios afines a organizaciones terroristas yihadistas, en cuyo contenido se encuentran incluso manuales para la confección o uso de armas, y artefactos explosivos".