Ana Pastor busca garantías de que adelantar el Pleno los martes no provoque otras reuniones nocturnas en el Congreso

Quiere hablar con los presidentes de comisión antes de aplicar en abril los Plenos de las doce del mediodía

MADRID, 21 Mar. (EUROPA PRESS) -

La presidente del Congreso, la 'popular' Ana Pastor, tiene previsto hablar en los próximos días con los presidentes de las distintas comisiones parlamentarias para buscar garantías de que el adelanto al mediodía de los Plenos de los martes no provoque que estos órganos convoquen sus reuniones en horarios vespertinos.

Los grupos parlamentarios preveían que el próximo martes, 28 de marzo, se estrenaría la decisión que Pastor acordó recientemente con sus portavoces de adelantar a las doce del mediodía el inicio de las sesiones plenarias de los martes, una medida con la que se pretende evitar votaciones nocturnas.

No obstante, la presidenta es consciente de los cambios en el plan semanal de trabajo de la Cámara que provocará esta modificación, por lo que ha decidido antes conversar con los presidentes de comisión para trasladarles que también han de hacer un esfuerzo para adaptarse a su plan de racionalización de horarios, según confirmaron a Europa Press fuentes parlamentarias.

CONCILIAR ES CONCILIAR

Lo que trata de asegurarse es que el adelanto del horario de los Plenos de los martes no suponga que las comisiones parlamentarias convoquen sus encuentros en horas vespertinas y que vuelva a haber las votaciones se celebren por la noche.

Y es que adelantar el reloj de los Plenos de los martes a las 12.00 horas conllevará el adelanto a su vez de las reuniones de la Mesa del Congreso y la Junta de Portavoces, que se celebrarán a las 09.00 horas y a las 10.30 horas, respectivamente. Hasta ahora, los encuentros del órgano de gobierno de la Cámara tienen lugar a las diez de la mañana y dos horas después se citan con los portavoces parlamentarios (12.00).

Esta decisión provocará modificaciones en el plan de trabajo parlamentario semanal, puesto que las comisiones que hasta ahora tenían lugar los martes por la mañana deberán repartirse entre los lunes y las tardes de los miércoles y jueves, principalmente.

EL CAMBIO PUEDE AFECTAR AL SENADO

El adelanto afecta también al Senado, ya que el Gobierno ha avisado de que las votaciones a media tarde pueden coincidir con la sesión de control que se desarrolla en la Cámara Alta. En ese caso, no se descarta aplazar las votaciones a los jueves.

De momento, el Pleno del próximo martes continuará arrancando a las 15.00 horas, como viene ocurriendo desde hace semanas, cuando Pastor decidió adelantar una hora el inicio hasta ahora habitual de los Plenos como ensayo para acabar con las sesiones nocturnas.

Pastor lleva 'peleando' por la racionalización de los horarios en el Congreso desde el pasado mes de diciembre, cuando lo sugirió por primera vez a los portavoces parlamentarios. Lo hizo poco después de que la ministra de Empleo, Fátima Báñez, planteara un pacto de Estado para la conciliación con la intención de que la jornada laboral en España, con carácter general, acaba a las 18.00 horas.

Su propuesta inicial siempre ha sido la de adelantar a las doce las sesiones plenarias de los martes, pero se encontró enseguida con los reparos de algunos grupos, que alegaban que esos cambios implicarían que la mayor parte de los diputados se podrían ver obligados en muchos casos a viajar a Madrid con un día de antelación, el lunes, y tener que pasar una noche más en la capital, lo cual no suele ser habitual salvo que tengan reuniones de comisión.

ANTES O DESPUÉS DE SEMANA SANTA

De ahí que la presidenta, que es quien tiene la competencia de convocar las sesiones plenarias, decidiera darse un tiempo para tratar de encontrar una solución consensuada con los grupos. Su idea es ejecutar el acuerdo alcanzado hace unos días cuanto antes, a poder ser en la primera semana de abril, pero aún no ha puesto una fecha concreta para poner en marcha los cambios.

Aún así es previsible que el próximo mes de abril los Plenos de los martes se inicien ya las 12.00 horas con un paréntesis de una hora para comer, que quedará al criterio de la presidenta de la Cámara Baja.