"No tenemos que ser igual que la gente de la calle, sino un poquito mejores", afirma
MADRID, 18 Nov. (EUROPA PRESS) -
La presidenta del Congreso, Ana Pastor, ha explicado este viernes que no ordenó retirar la bandera republicana desplegada durante el discurso del Rey en la apertura solemne de la Legislatura porque entendió que "el bien mayor" era no detener la sesión y escuchar el discurso del Rey sin interrumpirle.
Además, ha relatado que este mismo jueves habló con el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias --que estaba molesto porque senadores de otros grupos se habían sentado en sus escaños-- y que éste le dijo que "le había disgustado" la exhibición de la bandera tricolor en ese acto.
Así lo ha desvelado Pastor, en una entrevista en Antena 3, recogida por Europa Press. La presidenta de la Cámara ha explicado que vio la bandera desde el mismo momento en que el senador de IU Iñaki Bernal la desplegó y que si el episodio se hubiese producido en una sesión normal le habría llamado al orden una primera vez, y de ser necesario una segunda, advirtiéndole de que a la tercera sería expulsado.
Sin embargo, ha argumentado que al tratarse de la sesión de apertura solemne de las Cortes, consideró que era "un hecho aislado, aunque reprobable absolutamente" y que el "bien mayor" era escuchar el discurso del Rey íntegro y sin interrumpirlo. Eso sí, lo habría hecho si se hubiera producido alguna "alteración del orden".
"SÓLO FALTABA QUE LA PRESIDENTA PERDIERA LA SERENIDAD"
Pastor ha dicho que en los meses que lleva en el cargo --desde julio-- ha vivido "más problemas" de orden en la Cámara que otros presidentes en toda la legislatura y ha respondido a quienes la consideran excesivamente tranquila en sus respuestas. "Sólo le faltaba al Parlamento que la presidenta perdiera la serenidad. Algunos quisieran que echase más leña al fuego, pero no lo haré", ha dicho.
En cuanto a otros episodios que se vivieron en la sesión, como el hecho de que el diputado Diego Cañamero portase una camiseta con las palabras "Yo no voté a ningún Rey", la presidenta ha explicado que hay decisiones que ella no puede tomar y que su función, según el reglamento, es mantener el orden.
Sobre las quejas de Podemos por los escaños, ha explicado que hubo que levantar a personas "de varios grupos" que se habían sentado en las primeras filas, que se suelen dejar libres para respetar los escaños de las direcciones de los grupos.
No obstante, ha dejado claro que no comparte "las actitudes" de algunos diputados, porque considera que "no contribuyen a que los españoles recuperen el afecto por las instituciones" y sepan que allí se traba "por mejorar las cosas". Además, ha incidido en que en el Parlamento las posiciones "se defienden con la palabra", pero en esta legislatura hay quien pretende defender sus ideas por otras vías.
Pastor también ha avisado a todos los diputados de que no consentirá que las peticiones de palabra por alusiones deriven en nuevos debates. Preguntada por un reciente rifirrafe entre Iglesias y el 'popular' Rafael Hernando --que le acusó de ponerse al servicio de regímenes extranjeros--, ha aconsejado a sus señorías que relean el Diario de Sesiones, porque a lo mejor así acceden a retirar cosas que han dicho y que "quedan para la historia".
HA HABLADO CON RUFIÁN
La presidenta de la Cámara se ha propuesto "intentar amoldar algunos comportamientos que es mejor que se eliminen" y ha relatado que ha hablado con el diputado de ERC Gabriel Rufián --que indignó al PSOE por sus palabras en la sesión de investidura-- para decirle que todos los diputados se deben respeto.
Pastor espera que se "baje el diapasón" y los diputados tengan un "comportamiento ejemplar": "No tenemos que ser igual que la gente de la calle, sino un poquito mejores", ha dicho.
Según ha dicho, un día antes de la sesión habló por teléfono con todos los presidentes autonómicos, y los de Ceuta y Melilla, para invitarles a asistir.
La presidenta de la Cámara ha dicho que de la sesión del jueves se queda con lo positivo, que son los mensajes del Rey sobre la unidad de España, que todos tienen que cumplir la ley, el llamamiento a la regeneración, la honestidad y la ejemplaridad, y "los aplausos que duraron más que nunca".