MADRID, 12 Jul. (EUROPA PRESS) -
El secretario general del PP, Ángel Acebes, declaró hoy que "no hubo nunca una cesión, ni una negociación con los terroristas" hasta la llegada al poder del actual jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Además, insistió en que no se puede dejar "ninguna puerta abierta" a la negociación política con los etarras, esto es, con aquellos que secuestraron y mataron, hace hoy diez años, al edil de Ermua, Miguel Ángel Blanco.
"No se puede negociar con los que asesinaron a Blanco e intentaron chantajear al conjunto del pueblo español. Y por eso, este espíritu es el espíritu de que jamás nos someteremos a la cesión --subrayó--, y que sólo acabaremos con ellos a través de la derrota policial. Todo esto es lo que creo que hay que recordar homenajeando a Blanco. He dicho muy claro lo que ocurrió, no hubo nunca ninguna cesión ni concesión a los terroristas, ningún gobierno hasta la llegada de Zapatero ha cambiado la política".
El dirigente 'popular' realizó estas declaraciones ante la prensa en la Plaza de Colón de Madrid, donde esta mañana se celebró un homenaje al concejal de Ermua coincidiendo con el décimo aniversario de su muerte, organizado por la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT).
"¡OJALÁ VOLVAMOS A LA UNIDAD DE LA DERROTA!"
En este contexto, Acebes explicó que hace diez años, la sociedad española decidió que podía derrotar a ETA y apostó por volver a la "verdadera unidad" en la lucha antiterrorista, la que, según él, "se articulará en torno a acabar con los terroristas y a no someterse a chantaje para mantener unidos a todos los demócratas".
"¡Ojalá todos volvamos a esa unidad, la verdadera unidad, la unidad en torno a la derrota de ETA, en torno a acabar con los terroristas y a no someterse al chantaje. Ese era el verdadero 'Espíritu de Ermua'", resaltó, añadiendo que únicamente la derrota de la banda etarra hará "más libres a todos".
Acebes aprovechó su presencia en este acto de homenaje a Blanco para firmar, como también hicieron decenas de ciudadanos, una pancarta con el rostro del concejal asesinado y las 'manos blancas' que, en las manifestaciones que se produjeron en los días previos a su muerte, sirvieron como símbolo para pedir a ETA su liberación. En dicho acto participó también el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón.