MADRID, 27 Mar. (EUROPA PRESS) -
Un gran anillo verde de más de 100 hectáreas de superficie y 80.000 árboles ayudará a reducir el impacto visual y acústico que genera la M-40, un proyecto cuya primera actuación fue presentada hoy por el vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo, y la delegada de Medio Ambiente, Ana Botella, acompañados por la directora gerente de la Obra Social Caja Madrid, Carmen Contreras.
Esta primera intervención ha tenido lugar en 19,4 hectáreas situadas entre Mercamadrid y Entrevías, en Vallecas, donde se han plantado 22.800 árboles y arbustos autóctonos como pinos, cedros, arces, acacias y moreras, que necesitan poca agua, con una inversión de 320.000 euros procedentes, íntegramente, del programa 'Dos Millones de Árboles' de la Obra Social.
Estos terrenos están aislados por el cruce de carreteras, limitados por las vías del tren y con un escaso tránsito de gente, lo que ha favorecido la propagación de incendios en varias ocasiones, pero ahora su cubierta vegetal ha sido recuperado y constituye un hábitat adecuado para las especies animales, especialmente la avifauna.
De hecho, los presentes en el acto de hoy aportaron su granito de arena con la plantación de un árbol ellos mismos, en una zona donde además se han recuperado los senderos y se ha limpiado el terreno, por lo que ya puede ser disfrutado por los madrileños.
El objetivo de estas intervenciones es "crear un gran anillo forestal para paliar el impacto ambiental y disminuir la 'huella' visual y acústica que provoca en la calidad de vida de los madrileños", explicó Botella, puntualizando que además de los grandes parques que rodean la ciudad, como Valdebebas o la Cuña Verde de O'Donnell, también se van a recuperar espacios más pequeños que tradicionalmente han sido usados como vertederos.
Además, se persigue "frenar los efectos de la erosión, conservar la fertilidad de los suelos y sus características estructurales y texturales, fomentar la fauna y flora autóctona, y crear una red de caminos que permitan el mantenimiento de las plantaciones y faciliten el tránsito de personas con el fin de hacerlo atractivo como lugar de paso en actividades deportivas", explicó la directora gerente de Obra Social Caja Madrid.
Según datos aportados por el vicealcalde, en la capital existen ya más de 21.000 hectáreas de zonas verdes, de las que 5.600 aproximadamente son de conservación municipal, y unos 300.000 árboles de alineación en las calles, lo que hace de Madrid "una de las urbes más arboladas del mundo".
En total, todo este patrimonio verde permite la absorción de unas 36.000 toneladas anuales de dióxido de carbono (CO2), aunque el Gobierno local quiere "que siga aumentando", apostilló Cobo, resaltando asimismo que este tipo de iniciativas en pro de la mejora de la calidad de vida de los madrileños refuerzan también la candidatura olímpica Madrid 2016.