MADRID, 18 Nov. (EUROPA PRESS) -
La juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela ha sobreseido este viernes las actuaciones respecto de Edurne Martínez, una de las detenidas por la agresión a un agredir a un teniente y un sargento de la Guardia Civil en un bar de Alsasua (Navarra), al no haber sido identificada como agresora en las ruedas de reconocimiento celebradas el pasado miércoles.
En el auto, el juez explica que la mujer fue identificada inicialmente por las vistas en las fotografías que se les mostraron, si bien luego la señalaron como presente en el lugar, pero no como uno de los agresores.
Concretamente, se la señaló dentro del bar donde comenzó la agresión, "pero solamente les miraba", mientras que otra de las víctimas dijo de ella que "estaba allí pero no recordaba lo que hizo". Una de las novias de los agentes ni siquiera la reconoció.
Martínez, junto a otra mujer llamada Ainara Urquijo, fueron puestas en libertad la noche del pasado lunes tras prestar declaración ante la titular del Juzgado Central de Instrucción número 3, por entender que si bien existían indicios de su participación en los hechos no se apreciaba en ellas la misma peligrosidad del resto de encausados. Añadía que también era menor menor la posibilidad de que participen en nuevos hechos de semejante entidad.
Por ello se las dejó en libertad aunque con la obligación comparecer periódicamente en el juzgado, se les retira el pasaporte y no podrán salir del país sin autorización judicial. Estas medidas desaparecen ahora para Martínez al haber sido sobreseída provisionalmente la causa respecto de ella.
La juez ha dictado prisión para siete personas relacionadas con este asunto, seis de los ocho detenidos el lunes y uno más que se presentó de forma voluntaria en la Audiencia Nacional para prestar declaración.
La juez enmarca la paliza en las rutinas de "hostigamiento" a los agentes del Instituto Armado que impone el colectivo Ospa Mugimendua, al que pertenecen algunos de los detenidos, y que opera en el municipio navarro.
Considera que "actualmente cuentan con el apoyo de Bildu, Sortu y Ernai. De hecho, concreta que en la localidad de Alsasua a este movimiento se le conoce como Ospa Mugimendua y tuvo su origen en marzo de 2011, cuando se creó la denominada "Comisión Antirrepresiva de Alsasua" que ha venido desarrollando diferentes actividades. Cuatro de los arrestados, entre ellos Adur Ramírez, se encuentran entre sus principales promotores.
RUTINAS DE HOSTIGAMIETNO
El colectivo busca, según la juez, influir en la vida de los miembros de la Guardia Civil para que se sientan objetivo de grupúsculos violentos y tengan dificultades para realizar sus actividades diarias, tales como realizar sus compras, disfrutar del tiempo libre con sus parejas o apuntar a sus hijos a actividades, instando a otros ciudadanos a evitar ningún vínculo afectivo con ellos. Quien incumple estos preceptos es tildado de afín al Instituto Armado y puede también convertirse en objetivo.
Según el relato realizado por la titular del Juzgado Central de Instrucción número 3, el teniente y el sargento de la Guardia Civil se encontraban, de paisano y fuera de servicio, realizando unas consumiciones en el bar Koxka de Alsasua cuando, alrededor de las tres y cuarto de la madrugada Jokin Unamuno entró en el bar acompañado de una menor y se dirigió al segundo para decirle que no tenía derecho a estar allí.
En este momento intervino el teniente, diciéndole que les dejara en paz, pese a lo cual Unamuno insistió en su actitud. Entre tanto se fueron acercando entre veinte y veinticinco personas que les rodearon y comenzaron a amenazarles e insultarles con expresiones como "esto os pasa por venir aquí", "tenéis lo que os merecéis", "iros de aquí", "hijos de puta", "cabrones fuera de aquí", "perros", "putos pikoletos", "txakurras", "alde hemendik (fuera de aquí)" "utzi pakean" (dejadnos en paz), para a continuación "comenzar a golpearles".
Los agentes y sus parejas intentaron entonces abandonar el bar y ya en la calle se encontraron con otro grupo de entre quince y veinte personas que junto con los anteriores continuaron insultándoles y golpeándoles hasta que llegaron los agentes de la policía foral.