MADRID, 1 Jun. (EUROPA PRESS) -
La líder de Ciudadanos en Cataluña, Inés Arrimadas, ha destacado que el PP es el que tiene la "doble vara de medir" con la corrupción porque "critica mucho al PSOE pero luego cuando ellos tienen que venir a comparecer no lo hacen", en referencia al rechazo de la ministra de Empleo en funciones, Fátima Báñez, a comparecer en la comisión de investigación del Parlamento andaluz por los cursos de formación.
Arrimadas ha respondido así a las críticas del PP en las que afirman que el partido 'naranja' es más blando con los casos de corrupción del PSOE en Andalucía que con los 'populares' en otras comunidades.
"El criterio es siempre el mismo, cualquier imputado por corrupción política en el ejercicio de su cargo tiene que dejar el cargo si quieren seguir hablando y pactando con nosotros. Eso es en Andalucía, en Madrid y en Murcia, da igual con el partido con el que hayamos hablado", ha explicado en una entrevista en RNE, recogida por Europa Press.
La dirigente 'naranja' ha dicho que le da "mucha pena" ver como el objetivo del PP en campaña es C's, cuando es "el único partido que está dispuesto a hablar y a pactar con ellos". "Si no fuera por C's los votantes del PP estarían arrinconados sin que sus representantes pudieran hablar con nadie", ha argumentado.
Por otro lado, ha asegurado que a su partido le encantaría poder apoyar los Presupuestos de Cataluña como han hecho en otras comunidades autónomas, pero que "la situación es completamente diferente" y que, para ello, debería haber "un cambio absoluto de rumbo" en la política catalana para poder "ejercer con responsabilidad".
"Nosotros hemos sido capaces en otras comunidades autónomas de dar apoyo a Presupuestos que no eran los nuestros desde fuera del gobierno. Si Cataluña tuviera un gobierno que simplemente respetara los principios democráticos, nosotros podríamos actuar como en otras comunidades, pero esa situación ahora mismo es inimaginable en Cataluña", ha reconocido.
Preguntada qué haría con el problema de Banc Expropiat, Arrimadas ha explicado que si bien "deben habilitarse locales públicos para que las asociaciones y movimientos vecinales puedan hacer sus actividades", el Ayuntamiento de Barcelona lo "ha gestionado mal desde el principio".
A su juicio, a la alcaldesa, Ada Colau, "le está quedando grande" la gestión de la ciudad. Además, ante la posibilidad de que el Ayuntamiento compre el local, ha dicho que "la paz social no puede comprarse con dinero y menos con dinero público".