BARCELONA 5 Oct. (EUROPA PRESS) -
La líder de C's en el Parlament, Inés Arrimadas, ha criticado este miércoles el discurso "triunfalista" sobre la situación social y económica de Cataluña del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y lo ha comparado con el que hace el presidente en funciones del Gobierno, Mariano Rajoy, sobre España.
"Mucha gente morirá esperando sus promesas de la Arcadia feliz con la que nadie va a sufrir en Cataluña", ha ironizado la líder de la oposición.
Durante su réplica en el Debate de Política General, ha criticado que Puigdemont recurra a los datos macroeconómicos para "sacar pecho" de la situación catalana cuando, a su juicio, las personas y los servicios básicos siguen padeciendo la crisis.
Además, le ha reprochado la inversión que el Govern hace en "embajadas', leyes de desconexión y chiringuitos políticos", que según ella demuestra las prioridades del ejecutivo de Puigdemont.
Ha puesto como ejemplo que Cataluña tardaría diez años en dar salida a las listas de espera si no hubiera más población que la actual, mientras que otras comunidades podrían hacerlo en cuatro años.
Por todo eso, ha pedido al presidente autocrítica, ya que considera que no se puede acusar a España de todas las cosas que funcionan mal en Catalunya, teniendo en cuenta que es "una de las regiones de Europa con más autogobierno" y competencias.
"Para ustedes, todo lo que va mal es la culpa de España, de 'el Estado nos roba' o de 'la CUP no nos deja con los Presupuestos", ha dicho en referencia al rechazo del Parlament del proyecto de Presupuestos 2016.
Arrimadas ha recordado que la primera preocupación de los catalanes es el paro y que las últimas cifras del Ministerio de Empleo afirman que en septiembre subió un 1,27%, algo que atribuye en parte a una razón estacional, pero también responsabiliza a la gestión del Govern.
De hecho, ha recordado que el ejecutivo catalán tiene competencias en materia laboral y que el partido de Puigdemont "votó la misma ley laboral que se aprobó en el Congreso".
La lamentado que en su intervención el presidente sólo haya citado una vez la palabra que es "la segunda preocupación de los catalanes": corrupción.