MADRID 19 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Asociación Profesional e Independiente de Fiscales (APIF) considera que las razones de la renuncia del hasta este jueves fiscal general del Estado Eduardo Torres-Dulce Dulce, esgrimidas por el mismo, "si son como se dice "personales"han de ser absolutamente respetadas, pero mínimamente explicadas".
Según APIF, el puesto que abandona Torres-Dulce estaba blindado por cuatro años para evitar injerencias políticas en el trabajo de la Fiscalía, y ese blindaje, que tildan de "logro fundamental en garantía de la imparcialidad de la función", costó muchos años y esfuerzos conseguirlo.
Es razonable que deban ser sucintamente conocidos los motivos tan poderosos que aconsejen al fiscal general dejar el puesto, ha señalado la asociación en un comunicado.
"Si por el contrario -como sugiere sin fisuras toda la prensa nacional- se trata de un desgaste sufrido por encontronazos con el Gobierno, el reproche de nuestra asociación al abandono del Fiscal General es rotundo en el fondo y en la forma", añade el APIF.
El plazo de cuatro años es una salvaguarda del Fiscal General, según esta asociación " pero no en beneficio personal de éste, sino de garantía para los ciudadanos y para la Justicia para evitar que el Gobierno prescinda de fiscales incómodos".
Insisten en que "el mero desgaste no es aceptable como causa de dimisión desde una perspectiva institucional y profesional" especialmente cuando ese supuesto desgaste "no ha sido causado por ningún cambio relevante en el deficiente funcionamiento interno de la Fiscalía, puesto que no ha habido ninguno".