MADRID, 15 May. (EDIZIONES)
A las seis de la mañana de un viernes de 1987, ETA hacía estallar un coche bomba junto a la casa cuartel de la Guardia Civil de Zaragoza que causaba la muerte a 11 personas, entre ellas seis menores de edad, e hirió a otras 88, la mayoría de ellas de extrema gravedad. El ataque se produjo el 11 de diciembre de 1987, solo seis meses después del atentado de Hipercor en Barcelona, en un año en el que la banda terrorista estuvo especialmente activa y que fue el cuarto con más muertos a sus espaldas en la historia de la banda.
Detrás de este ataque estaba el "comando Argala" o "itinerante", formado por cuatro etarras y tres ciudadanos franceses. Todos ellos permenecen actualmente en prisión, siendo Josu Ternera el que más recientemente ha ingresado en la cárcel tras ser detenido el pasado mes de mayo.
Entre las víctimas había cuatro niñas, Miriam y Esther que solo tenían 3 años, Silvia B. que tenía 6 y Silvia P. de 7, además de dos adolescentes, Rocío y Pedro, de 14 y 17 años respectivamente. Los adultos asesinados eran guardias civiles y sus esposas, en concreto tres hombres y dos mujeres, y ninguno de ellos superaba los 40 años de edad.
Las cuatro plantas de buena parte del edificio se vinieron abajo tras el atentado / TVE
Solo un día después del ataque, el sábado, se celebró el funeral por las víctimas mortales en la Basílica de la Virgen del Pilar de la capital aragonesa. El domingo, unas 200.000 personas salieron a las calles de Zaragoza encabezados por una pancarta que rezaba "Zaragoza por la paz y contra el terrorismo".
"Los terroristas no tuvieron compasión por la casa cuartel, sabían que allí vivían familias enteras. Tampoco al verme a mí ni a mis compañeros tuvieron compasión. Son crueles", relata uno de los guardias civiles que vivía en la casa cuartel en un vídeo publicado por la propia Guardia Civil en 2017 cuando se cumplieron 30 años del atentado.
La Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT) recoge el testimonio de José María Pino, que sufrió la pérdida de su hermana pequeña y sus padres: "Se oyó una explosión muy grande, al abrir los ojos vimos una nube de polvo y cuando se fue disipando vimos el cielo porque se había caído el cuartel". Pino reconoce que en cuanto vio lo sucedido ya sabía lo que había pasado y no preguntó dónde estaba su madre y su hermana porque "ya sabía" que habían muerto: "Empiezas a sentir más adelante, en ese momento no te paras a pensar. Eres consciente de lo que ha pasado pero fue al llegar al hospital cuando empecé a sentir rabia y me ponía a llorar y a preguntar por qué nos habían hecho eso. No lo entendía y no lo entiendo todavía ahora".
EL ATENTADO
La casa cuartel, que tuvo que ser demolida por los importantes destrozos tras el atentado, se encontraba en el cruce entre la Avenida de Cataluña y la Calle del Marqués de la Cadena, al noreste de la ciudad. Hasta allí se desplaza a primera hora de la mañana de un viernes Henri Parot en un Renault 18 y aparca el vehículo junto a la puerta lateral del edificio. Tras estacionar, activa el explosivo que consistía en 250 kilos de amonal metidos en botellas de acero.
Parot sale corriendo hacia un Peugeot 205 que le espera para huir y al mismo tiempo dos agentes le ven y le dan el alto. A las 6:10 de la mañana el coche estalla y la explosión es tan fuerte que provoca un gran socavón y derriba las cuatro plantas del edificio, causando 11 muertos y decenas de heridos. El derrumbamiento del edificio complicó las labores de los bomberos para localizar los cuerpos de las víctimas y los últimos cuerpos no se encontraron hasta primera hora de la tarde del día siguiente.
El estado en el que quedó el edificio obligó a que fuese totalmente demolido y en su lugar se ha creado el Parque de la Esperanza con una escultura de niños jugando que representan a las víctimas de menor edad y donde cada 11 de diciembre se recuerda a todas las víctimas del atentado.
En el solar donde antes se levantaba la casa cuartel ahora se encuentra el Parque de la Esperanza.
CONDENADOS
Francisco Múgica Garmendia, alias "Pakito", fue entregado por Francia a España en febrero del año 2000 y posteriormente la Audiencia Nacional ordenó su ingreso en prisión por las cuatro causas abiertas contra él, entre ellas, haber ordenado el atentado de Zaragoza, algo que él negó. En diciembre de ese mismo año, José María Arregui Erostarbe, alias "Fiti", ingresó en prisión por cinco causas contra él, entre ellas la de la casa cuartel, ataque con el que aseguró que "no tenía nada que ver".
Finalmente, tres años después, la Audiencia Nacional condenó a "Pakito", como inductor del atentado y cooperador necesario, y a "Fiti", por explicar al comando cómo accionar el coche-bomba, a una pena de 2.354 años de prisión por el atentado contra la casa cuartel.
Francisco Múgica Garmendia, "Pakito", el día de su detención
Henri Parot fue detenido en 1990 en un control rutinario de la Guardia Civil en Sevilla mientras conducía un camión lleno de explosivos con los que pretendía atentar en la Jefatura de Policía de la capital hispalense. Cuatro años después, la Audiencia Nacional le imponía la segunda condena más alta de su historia, 1.802 años de cárcel, por colocar el coche-bomba junto al edificio mientras los residentes dormían.
Henri Parot al poco de ser detenido en 1990
Jean Parot, Jacques Esnal y Frederic Haramboure, todos franceses, también participaron en este atentado y por ello fueron condenados en 1997 a cadena perpetua por un tribunal francés.
Tras estas condenas, la Audiencia Nacional pidió al Tribunal Supremo investigar a José Antonio Urruticoetxea Bengoetxea, más conocido como Josu Ternera, como presunto inductor de los asesinatos en la casa cuartel tras hallar indicios de que había participado en el mismo.
JOSU TERNERA: CITADO, HUIDO Y DETENIDO
José Antonio Urruticoetxea Bengoetxea, 'Josu Ternera'
Josu Ternera fue parlamentario en el Parlamento Vasco desde finales de la década de los noventa y el Tribunal Supremo lo citó a declarar el 6 de noviembre de 2002 por sospechar que había ordenado el atentado contra la casa cuartel. Ese mismo día, cuando estaba prevista su llegada al Supremo, Ternera anunciaba en una carta que no comparecía porque se trataba de un "juicio farsa" y porque consideraba que había existido un "juicio constante" contra él. En ese mismo escrito concluía: "No me voy a ningún lado. Continuaré con mi acta de parlamentario".
Tras esto, el Supremo ordenó su detención y su posterior declaración unos días después. Sin embargo, Ángel Acebes, que en ese momento era ministro de Interior, fue de los primeros que habló de una posible huida del etarra al decir que sería detenido "cuando pueda localizarse" y posteriormente Mariano Rajoy, entonces vicepresidente, admitió que el Gobierno no sabía dónde estaba y afirmó que no era "posible" garantizar su declaración en el Supremo.
Finalmente, tras no acudir a la segunda cita en el tribunal, el Supremo dictó una orden internacional de detención y un auto de prisión para cuando fuese detenido. No ha sido hasta 17 años después, en mayo de 2019, cuando Josu Ternera, de 69 años, fue detenido en la localidad de Sallanches, en los Alpes franceses. El 19 de junio, Francia le deja en libertad pero ese mismo día la Audiencia Nacional ordenó su detención. No ha sido hasta el mes de noviembre de este año, 2020, cuando Francia ha aprobado la entrega definitiva a España de Josu Ternera.
'Josu Tenera' tiene varios asuntos judiciales pendientes tanto en España como en Francia. La Audiencia Nacional le requiere por el atentado perpetrado en la casa cuartel de Zaragoza en 1987; por la financiación de ETA a través de 'herriko tabernas'; y por el asesinato en 1980 del directivo de Michelin Luis María Hergueta.
Josu Ternera, detenido en mayo de 2019 tras 17 años fugado