Uno de ellos, que asumió el rol de miembro de Estado Islámico, entró clandestinamente en España en 2017 y residía en Bolaños de Calatrava
MADRID, 2 May. (EUROPA PRESS) -
La Audiencia Nacional juzga desde este martes 4 de mayo a dos acusados de autoadoctrinamiento yihadista para los que la Fiscalía solicita tres años y seis meses de prisión más otros tres años de libertad vigilada. En su escrito de acusación, el Ministerio Público indica que ambos, S. B. El Baqali y A. D. Ettamini, desarrollaron "una intensa actividad yihadista en favor de la organización terrorista DAESH".
Según señala el fiscal, El Baqali asumió el rol de miembro de Estado Islámico cuando residía en Marruecos, y no sólo participando en la ciberactividad sino desarrollando un papel adoctrinador en su grupo de conocidos, y difundiendo las tesis y argumentos de esa organización terrorista. Así se desprende de las declaraciones de dos condenados en ese país por sus actividades en favor de DAESH, en las que afirmaron que fueron captados por El Baqali y que éste pretendía llevar a cabo un atentado en España.
Es en 2017 cuando El Baqali entra clandestinamente en España y se traslada a la localidad de Bolaños de Calatrava, en Ciudad Real, desde donde mantiene su actividad en redes sociales contactando con miembros de Estado Islámico o divulgando mensajes "en favor de la yihad más radical".
Así por ejemplo difundió un texto del que fuera líder de DAESH hasta su fallecimiento en Siria, Abu Muhammad Al Adnini, en el que decía que "la muerte es mejor que una vida de humillación y le pide a Allah que le preste ayuda para llevar a cabo el martirio".
La ideología de El Baqali se mantiene firme en el tiempo, de hecho en 2019 se comprueba, según el fiscal, en las conversaciones que mantiene con su hermano, que reside en Marruecos, o en las interacciones con otros radicales.
EL ADOCTRINAMIENTO EN IDEOLOGÍA TAKFIRI
El Ministerio Público indica además que en la localidad manchega realizó labores de adoctrinamiento en la ideología Takfiri --conocida por ser muy extrema-- con el otro acusado, y que mantuvo reuniones habituales de refuerzo en los idearios yihadistas y en favor de DAESH. También lo intentó con otras dos personas, si bien no consta que lograra que aceptaran sus "propósitos criminales".
Para difundir sus mensajes usó dispositivos móviles que fueron hallados en su domicilio, desde los que reproducía material audiovisual de extrema gravedad con escenas explícitas de ejecuciones de DAESH por degollamiento o por arma de fuego. También usaba esos móviles para escuchar sermones yihadistas que llamaban al martirio, y los investigadores encontraron también manuales de fabricación de explosivos caseros.
La Fiscalía pone el foco también en los contactos via Telegram que tuvo El Baqali con cuentas relacionadas con DAESH, por ejemplo con el Fórum de Jóvenes Iraquíes o con las viudas de Baghuz, ubicadas en el campamento de refugiados de Al Hol en Siria.
'ESPADA CORTANTE' Y LAS VIUDAS DE AL HOL
Para autoadoctrinarse en la fabricación de explosivos, El Baqali usó otra aplicación, Coversations, donde usaba el nick de 'Espada Cortante'. Es por medio de ese instrumento como se pone en contacto en 2020 con la Fundación Electrónica Aafaq (Horizons) --alineada con DAESH-- y les indica en un mensaje que "aun estamos esperando a que Allah nos dirija hacia la yihad y hacia el martirio en nombre de Allah".
Por otro lado, los investigadores también localizaron un chat que mantenía el acusado con una mujer, y del contenido del mismo se evidencia que tenía la determinación de realizar transferencias a las viudas del campamento de Al Hol. En el registro de la vivienda de A. D. Ettamini se hallaron 7.000 euros que eran propiedad de El Baqali.
Por su parte en el registro del domicilio del principal acusado se incautaron de tres móviles, archivo relativos a la yihad y un documento en árabe que describe cómo fabricar explosivos.